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Se los llama así porque estos instrumentos están construidos de metal, generalmente cobre. En la actualidad, hay también otros construidos en metales como la plata. Conforman la familia de vientos metal desde el más agudo hasta el más grave: la trompeta, la trompa o corno francés, el trombón y la tuba.
La característica de estos instrumentos es que, para emitir su sonido, se utiliza una boquilla que varía de tamaño de acuerdo al instrumento, siendo las más pequeñas las de la trompeta y el corno y las más grandes, la del trombón y la tuba. El sonido se produce por la vibración de los labios sobre una boquilla metálica. Este detalle permite reconocer fácilmente estos instrumentos.
El rol más importante de estos instrumentos es conseguir el refuerzo sonoro, acentuar los grados fuertes de intensidad de los acompañamientos armónicos de la orquesta. Muy rara vez son solistas dentro de la orquesta los trombones y la tuba; sí puede ocurrir con los cornos y las trompetas. El sonido de los instrumentos de viento metal es característico de las fanfarrias o los llamados estrépitos que generalmente se hacían al aire libre (outdoors) en desfiles militares y marchas fúnebres.
A partir del romanticismo, los instrumentos de viento metal han sido usados en números muy variantes: dos o tres trompetas, cuatro a ocho cornos, tres a cuatro trombones y una o máximo dos tubas.
TOMADO DE:
Guía para conocer y escuchar a las orquestas sinfónicas
