Proteger al Amazonas para proteger el planeta

Por Nayra Palacios Miquel

Un patrimonio que une a todos es el Amazonas. Un paraíso de 7.000.000 de kilómetros que une a Brasil, Perú, Ecuador, Colombia, Venezuela y Bolivia. Sin embargo, no se habla lo suficiente del peligro al que está expuesto.

La Amazonía peruana perdió entre abril y agosto del 2021, 12.345 hectáreas que fueron deforestadas. Por su lado la Amazonia colombiana perdió 52 mil hectáreas el primer semestre del 2022. Sin duda la zona más afectada es la Amazonía brasileña que sólo en junio del 2022 perdió 1.120 kilómetros cuadrados de vegetación nativa. 

La riqueza del Amazonas tanto natural como cultural por sus tribus autóctonas se ve amenazada desde hace muchos años. Ya sea por los madereros ilegales, los grupos narcotraficantes o por empresas sin escrúpulos que solo piensan en su enriquecimiento. En los últimos 36 años el Amazonas perdió un 17% de su vegetación. Si se llega al 20% o al 25% de la deforestación total, se alcanzará un punto de no retorno. El Panel Científico por la Amazonía advierte del peligro que conlleva que el Amazonas se convierta en una sabana, es decir un espacio con pocos árboles y más bien dispersos. Esto aumentaría el riesgo de incendios forestales y causaría problemas de humidificación.

Actualmente COP15 Montreal para la biodiversidad se ha comprometido a proteger el 30% de los mares y las tierras, y restaurar el 30% de los territorios dañados de aquí al 2030. La biodiversidad es clave para proteger el planeta y mantener un equilibrio entre todas las especies y la naturaleza. Más de 110 estados se comprometieron a respetar este tratado que protege no solo a la naturaleza, sino también a los pueblos que la habitan. 

Otro de los acuerdos específica que las empresas europeas van a tener que asegurarse que la materia que importan ya sea madera, soya o aceite de palma, no provenga de zonas protegidas. Todos estos pactos van a ayudar a reducir el riesgo de extinción de especies y proteger la biodiversidad. 

Pero más que eso tiene que ser un llamado de atención a la humanidad, a los gobiernos y las empresas. El punto de quiebre se acerca y aunque organismos como la GIEC expliquen que quedan 3 años para reducir las emisiones de CO2 y salvar al planeta, los cambios no están a la altura de los problemas y consecuencias actuales.

La cuestión se encuentra en cómo ayudar a parar esta deforestación estando tan lejos de Latino América. Una solución fácil y al alcance de todos es dejar de apoyar a empresas que la financian. Averiguar a qué proyectos contribuye nuestro banco o cuales son las condiciones de producción de tal comercio. Asimismo, comprando productos con un bajo impacto en CO2 o que remunera justamente a los productores, es un buen inicio y un pequeño acto al alcance de todos. 

Son numerosas las ONG que se suman al combate por la protección del Amazonas. Amazon Conservation Association trabaja hace 20 años en el noroeste del Amazonas, en la Amazonía peruana y boliviana. Amazon Watch no solo lucha por la conservación del Amazonas sino también por la conservación y el respeto de los pueblos autóctonos. 

Rainforest Foundation colabora con los pueblos indígenas para desarrollar tecnología que proteja los bosques de la tala y de los incendios. Cómo estas asociaciones hay muchas más que se puedan encontrar y colaborar fácilmente en línea. Cómo suele decir, el cambio comienza por nosotros.

Tomado de El Café Latino

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