- Clickultura
- NOTICIAS
- 0 Comments
- 233 Views
Al cumplirse el 9 de octubre una nueva efeméride del natalicio de uno de los grandes apóstoles de la paz: John Lennon, evocamos la figura del músico y poeta que nos enseñó a pedir una oportunidad para la paz (Give peace a chance), en ese himno pacifista, Imagine, que nos insta a imaginarnos un mundo sin guerras y sin fronteras: Imagina que no hay países. No es difícil hacerlo. Nada por lo cual matar o morir. Y tampoco ninguna religión. Imagina a toda la gente viviendo la vida en paz.
Este 9 de octubre, Lennon habría cumplido 83 años, de no ser porque balas asesinas cegaron su vida un 8 de diciembre de 1980, en las afueras del edificio Dakota donde residía junto a Yoko Ono, en la ciudad de Nueva York. Aquel 9 de octubre de 1940, nacía John Winston Lennon en el puerto de Liverpool, Inglaterra, hijo de Julia y Alfred Lennon, un marino mercante irlandés. Con una infancia en orfandad paternal, Lennon decodificó tempranamente las primeras señales de un mundo hostil, acaso fue aquel el derrotero que lo sensibilizó como artista y activista por la paz. En su adolescencia influido por el skiffle, música originaria de los trabajadores pobres negros en Estados Unidos en los años veinte, basada en armonías sencillas y ejecutada con instrumentos acústicos, baratos y caseros, crea su primera banda The Quarrymen, en 1956, que cuatro años más tarde se convertiría en The Beatles. Nacía el cantautor y pacifista que cambiaría la cultura musical del mundo.
Número cabalístico
La crónica constata que para Lennon el nueve fue un número cabalístico, presente en diversas circunstancias de su vida: nació un nueve de octubre, vivió su infancia en el número nueve de la calle Newcastle Road, Wavertree, en Liverpool; un día nueve de 1975 nació su hijo Sean; el manager Brian Epstein descubrió a los Beatles un 9 de noviembre, y firmaron contrato con el sello EMI un nueve de mayo y la banda británica lanzó su primer éxito mundial, Love Me Do, un 9 de febrero de 1964. No obstante, en el Álbum Blanco, de The Beatles se escucha el tema Revolución 9. Predestinación o coincidencia: el 9 de diciembre de 1980, John Lennon fue sepultado, luego de caer acribillado por el arma de David Chapman, en Nueva York.
Habría que decir que en el imaginario poético y musical de Lennon los pecados capitales no son siete, sino nueve: la soberbia, la avaricia, la lujuria, la ira, la gula, la envidia y la pereza, la violencia y la guerra. Contra estas faltas de la humanidad, Lennon alzó su voz y su guitarra como un puño cerrado. Con voz, a momentos desgarrada, y la emoción a flor de piel, Lennon pidió una oportunidad para la paz, a un mundo al que siempre reclamó unidad y amor, pero al que también instó a la lucha y la solidaridad en defensa de los derechos humanos, sin mirar el color de piel, condición social, origen o religión. Acaso hoy levantaría su voz para cuestionar al poder, para denunciar las injusticias y llamar a la convivencia pacífica entre los hombres.
John Lennon nos llamó a ir todos juntos a dar una oportunidad a la paz (…come together, all together, to give peace a chance). Y lo hizo a riesgo de que digan que es un soñador, no obstante, hoy en ese afán no está solo en el mundo: Tal vez piensas que soy un soñador, pero no soy el único (…you may say I’m a dreamer, but I’m not the only one).
Para sobrevivir en un mundo cercado por guerras, y en un país agobiado por la violencia, Lennon es un soñador imprescindible, que nos enseñó a millones de seres humanos a creer que la paz necesita una nueva oportunidad.