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Desde el comienzo en el siglo XVI, La Ópera basó su estructura musical en el acompañamiento de los instrumentos para desarrollar su discurso dramático. Tanto el siglo XVII como el siglo XVIII vieron desenvolver y crecer los conjuntos instrumentales que eran requeridos en las puestas escénicas de las óperas de George Frederick Händel, Antonio Vivaldi, Frank Joseph Haydn y Wolfant A. Mozart. Es sin embargo en el siglo XIX en donde la orquesta sinfónica adquiere un papel relevante en el discurso drámatico musical.
La ópera italiana de la primera mitad del siglo XIX, desarrolla su contenido musical utilizando recursos orquestales que crean más tensión dramática. Las obras d G. Rossini, G. Donizetti, V. Belllini, establecen el camino de lo que será más tarde la Ópera Italiana de la segunda mitad del siglo XIX. Su gran representate G. Verdi utiliza grandes recursos escénicos y orquestales en obras como Aida, Don Carlos, La Taviata, Otelo, Falsaf. Al mismo tiempo en Alemania surge la figura operística más importante del siglo XIX, Richard Wagner quien intentó con mucho éxito dramatizar con música, ees decir, haciendo que la orquesta sea el recurso dramático más importante de sus óperas como por ejemplo: Tristán e Isolda, Lohengrin, El Holandés Errante, Los Maestros Cantores de Núremberg pero sobre todo la tetralogía de El Oro del Rin. La fuerza expresiva de la orquesta en las obras de R. Wagner hace que sea posible escuchar solamente la parte instrumental de una ópera sin que cambie el discurso dramático-musical de la misma.
Ya a finales del siglo XIX y comienzos del siglos XX, Giacomo Puccini continuó con la gran tradición italiana de ópera pero además combinándolos con los grandes recursos orquestales de Richard Wagner, resultado d lo cual en sus óperas La Bohemia, Turandot, Tosca, Madame Butterfly, la riqueza orquestal es de grandes proporciones sinfónicas. Por el lado alemán durante la primera mitad del siglo XX, el compositor Richard Strauss utiliza la orquesta sinfónica con gran contenido dramático creando obras como: Salome y Electra.
El siglo XX ha visto el surgimiento de la ópera expresionista y del uso de la orquesta sinfónica como un recurso interpretativo como nunca antes visto en la historia de la música occidental, logrando representaciones de hiperrrealismo y crudeza como en Wozzeck y Lulu de Alban Berg. La ópera contemporánea ha utilizado recursos orquestales minimalistas como en el caso de la obra Einstein on the Beach de Philip Glass.
En nuestro medio el ejemplo más reciente de Ópera es «Manuela y Bolívar», compuesta por Diego Luzuriaga en el año 2010, en donde los recursos orquestales contribuyen en la ambienación de la época de la independencia a t ravés de sus bailes y sus canciones.
TOMADO DE:
Guía para conocer y escuchar
a las orquestas sinfónicas
de Gustavo Lovato
