El éxodo y el cine: reflejo de una travesía

Desde su creación, el cine ha convertido a los emigrantes en verdaderos héroes, a veces con humor como “El emigrante” de Charlie Chaplin (1917) “Pan y chocolate” de Franco Brusati (1974). Como en la realidad, el cine muestra pioneros, exiliados, inmigrantes, indocumentados y refugiados que viajan de una región a otra o de un continente a otro. “Los 10 Mandamientos” de Cecil B. Demille (1956) que muestra el éxodo del pueblo judío de Egipto o “Los extraviados” de André Techiné; en dibujos animados: “Pocahontas” (1995), “The Croods (1, 2 y 3)”, “El Príncipe de Egipto” (1998), a la trilogía de “La era de hielo” (2002), “El planeta del tesoro” (2002) o a la premiada “Persépolis” (2007); en biopics como “Spanglish” de James L. Brooks (2004) sobre una clandestina mexicana en Los Ángeles. Una muy buena película franco-argentina: “Tangos, el exilo de Gardel” del realizador argentino Pino Solanas (1985).

Un inmigrante dice emigrante… lo contrario también es cierto, a saber, un chino en Argentina en la película del realizador Sebastián Borensztein “Un Cuento Chino” (2012) que cuenta la visión de un chino en la Buenos Aires de posguerra de las Malvinas.

Menos conocidos pero de gran calidad, citamos “La Jaula de Oro” de Diego Quemada-Diez (2013), sobre tres jóvenes guatemaltecos de 15 años que deciden emigrar a Estados Unidos.

“Regreso a Ítaca” del cineasta francés Laurent Cantet (2014), sobre la epopeya de Amadéo, que, tras 16 años de exilio en España, vuelve a La Habana; “Una vida mejor” de C. Wenz sobre un inmigrante mexicano en Los Ángeles; “Who is Davani Cristal” del Sr. Silver sobre el paso de los clandestinos mexicanos hacia los EE.UU.; “Amador” de Fernando de Aranoa que narra los contratiempos de los peruanos que intentan hacer su vida en España. Sin olvidar a Ken Loach y su “Bread and Roses” que muestra las condiciones inhumanas de las mucamas mexicanas en América del Norte.

Elegir marcharse es optar por cortar con el pasado para arraigarse en otro lugar, fundar una nueva vida. El cine muestra que esta decisión implica siempre adaptarse, transformarse, superar los límites y sobre todo trascenderse. Pagar el precio de lo perdido y pasado por la promesa de lo que, quizás, dará la felicidad esperada mañana. Muchos deciden dejar sus vidas, otros vuelven a sus sueños. Respetando a unos y otros, el cine nos los muestra a su manera.


TOMADO DE: https://elcafelatino.org/es/el-exodo-y-el-cine-reflejo-de-una-travesia/

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