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En 1927, el 6 de marzo nació Gabriel García Márquez, escritor colombiano premio Nobel 1982. Autor de Cien años de soledad.
García Márquez fue periodista y escritor reconocido por sus novelas y cuentos, también escribió reportajes, crítica de cine y memorias. En 1982 recibió el Premio Nobel de Literatura por sus novelas e historias cortas, en las que lo fantástico y lo real se combinan en un mundo ricamente compuesto de imaginación, lo que refleja la vida y los conflictos de un continente.
Está considerado uno de los principales autores del realismo mágico, y su obra más conocida, la novela Cien años de soledad es considerada una de las más representativas de esa corriente literaria, e incluso se considera que al éxito de la novela se debe que el término se aplica a la literatura surgida a partir de 1960 en América Latina.
El Gabo fue hijo de Gabriel Eligio García y Luisa Santiaga Márquez Iguarán, nació en Aracataca, Colombia. Poco después del nacimiento de Gabriel, su padre se convirtió en farmacéutico y, en enero de 1928, se mudó con Luisa a Barranquilla y dejó a Gabriel al cuidado de sus abuelos maternos. Dado que vivió con ellos durante los primeros años, recibió una fuerte influencia del coronel Nicolás Márquez, su abuelo, quien de joven mató a Medardo Pacheco en un duelo. El coronel era un liberal veterano muy respetado por sus copartidarios, conocido por su negativa a callar sobre la masacre de las bananeras, suceso en el que murieron cientos de personas a manos de las FF AA de Colombia, hecho que García Márquez plasmaría en su obra.
El coronel, a quien Gabriel llamaba Papalelo, lo describió como su «cordón umbilical con la historia y la realidad», fue también un excelente narrador, le enseñó a consultar el diccionario, lo llevaba al circo cada año y fue el primero en introducir a su nieto en el «milagro» del hielo, que se encontraba en la tienda de la United Fruit Company. Su abuela, Tranquilina Iguarán Cotes, era de origen gallego, así lo manifestó Gabo en diferentes ocasiones, a quien llama la abuela Mina y describe como «una mujer imaginativa y supersticiosa» que llenaba la casa con historias de fantasmas, premoniciones, augurios y signos, le fue de tanta influencia como su marido e incluso es señalada por el escritor como su primera y principal inspiradora literaria, pues le inculcó la original forma en que ella trataba lo extraordinario como algo natural cuando contaba historias, sin importar cuán fantásticos o improbables fueran sus relatos, siempre los refería como si fueran verdad irrefutable. Además del estilo, la abuela Mina inspiró también el personaje de Úrsula Guarán que, tres décadas más tarde, su nieto usaría en Cien Años de Soledad.
La niñez de Gabo está relatada en sus memorias Vivir para contarla. García Márquez cursó los primeros grados de secundaria en el colegio San José (hoy Instituto San José) desde 1940, donde publicó sus primeros poemas en la revista escolar Juventud. Gracias a una beca otorgada por el Gobierno, Gabriel fue enviado a estudiar a Bogotá de donde lo reubicaron en el Liceo Nacional de Zipaquirá, a una hora de la capital, donde culminó sus estudios secundarios. Después de su graduación en 1947, García Márquez permaneció en Bogotá para estudiar Derecho en la U. Nacional de Colombia, donde tuvo especial dedicación a la lectura. La metamorfosis, de Franz Kafka fue una obra que le inspiró de modo especial. Estaba emocionado con la idea de escribir, no literatura tradicional, sino en un estilo similar a las historias de su abuela, en las que se insertan acontecimientos extraordinarios y anomalías como si fueran simplemente un aspecto de la vida cotidiana. La notoriedad mundial de García Márquez comenzó cuando Cien años de soledad se publicó en junio de 1967 y en una semana vendió 8000 ejemplares. De allí en adelante, el éxito fue asegurado y la novela vendió una nueva edición cada semana, pasó a vender medio millón de copias en tres años. Fue traducido a más de veinticinco idiomas y ganó seis premios internacionales. El éxito había llegado por fin y el escritor tenía 40 años cuando el mundo aprendió su nombre. Por la correspondencia de admiradores, los premios, entrevistas y las comparecencias era obvio que su vida había cambiado. En 1969, la novela ganó el premio Chianciano en Italia y fue denominado el «Mejor Libro Extranjero» en Francia. En 1970, fue publicado en inglés y escogido como uno de los mejores doce libros del año en Estados Unidos. Dos años después le fue concedido el Premio Rómulo Gallegos y el Premio Neustadt y en 1971,
La popularidad de su escritura también condujo a la amistad con poderosos líderes, incluyendo el expresidente cubano Fidel Castro, amistad que ha sido analizada en Gabo y Fidel: Retrato de una amistad.
En 1994, García Márquez fundó una organización llamada la Fundación para un Nuevo Periodismo Iberoamericano, en busca de promover el periodismo de calidad en América Latina y España. En 1996 García Márquez publicó Noticias de un secuestro, donde combinó la orientación testimonial del periodismo y su propio estilo narrativo.
García Márquez comenzó su carrera como periodista mientras estudiaba Derecho en la universidad. En 1948 y 1949 escribió para el diario El Universal. Desde 1950 hasta 1952, escribió una «caprichosa» columna con el seudónimo de «Septimus» para el periódico local El Heraldo. Tomó nota de su tiempo en El Heraldo. Durante este tiempo se convirtió en un miembro activo del colectivo informal de escritores y periodistas conocidos como el Grupo de Barranquilla. En esa época, leyó las obras de Virginia Woolf y William Faulkner, quienes le influyeron en sus técnicas narrativas, los temas históricos y la utilización de localidades provinciales.
Fue enviado a París para ser corresponsal extranjero de El Espectador. Escribió sus experiencias en El Independiente, un periódico que sustituyó por un breve tiempo a El Espectador, y que más tarde fue cerrado por las autoridades colombianas. Poco después, tras el triunfo de la Revolución Cubana en 1960, García Márquez viajó a La Habana, donde trabajó en la agencia de prensa creada por el gobierno cubano Prensa Latina e hizo amistad con Ernesto Guevara. En 1974, junto con intelectuales y periodistas de izquierda, fundó Alternativa, que duró hasta 1980 y marcó un hito en la historia del periodismo de oposición en Colombia. Para el primer número, escribió un artículo exclusivo sobre el bombardeo al Palacio de La Moneda durante el Golpe de Estado en Chile de 1973, lo que garantizó que se agotara la edición. Luego sería el único con derecho a firmar artículos.
En 1994, junto con su hermano Jaime García Márquez y Jaime Abello Banfi, creó la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano (FNPI), que tiene como objetivo ayudar a jóvenes periodistas a aprender la profesión.
Su primer cuento, La tercera resignación, fue publicado en 1947 en el periódico El Espectador. Un año después, empezó su trabajo para el mismo periódico. Sus primeros trabajos eran todos cuentos publicados en el periódico desde 1947 hasta 1952. Durante estos años editó quince cuentos. García Márquez quería ser periodista y escribir novelas; también quería crear una sociedad más justa. Para La hojarasca, su primera novela, le llevó años encontrar un editor. La publicó en 1955, y aunque la crítica fue excelente, la mayor parte de la edición se quedó en bodega y el autor no recibió de nadie «ni un céntimo por regalías». García Márquez señala que «de todo lo que había escrito, La hojarasca fue su favorita porque consideraron que era la más sincera y espontánea». La novela Memoria de mis putas tristes (2004) es una historia de amor que sigue el romance de un hombre de noventa años y su pubescente concubina.
Si bien, hay ciertos aspectos que casi siempre los lectores pueden esperar encontrar en la obra de García Márquez, como el humor, no hay un estilo claro y predeterminado, de plantilla.
El tema de la soledad atraviesa gran parte de sus obras. La crítica observa que El amor en los tiempos del cólera, como todos los trabajos de García Márquez, explora la soledad de la persona y de la especie humana… retrato a través de la soledad del amor y de estar en amor.
Otro tema importante en la obra de García Márquez es la invención de la aldea que él llama Macondo. Él usa su ciudad natal de Aracataca como una referencia geográfica para crear esta ciudad imaginaria, pero la representación del pueblo no se limita a esta área específica.
El realismo es un tema importante en todas las obras de García Márquez. Él dijo que sus primeros trabajos (con la excepción de La hojarasca), como El coronel no tiene quien le escriba, La mala hora y Los funerales de la Mamá Grande, reflejan la realidad de la vida en Colombia y este tema determina la estructura racional de los libros. Dice: «No me arrepiento de haberlas escrito, pero pertenecen a un tipo de literatura premeditada que ofrecen una visión de la realidad demasiado estática y exclusiva».
García Márquez crea un mundo tan semejante al cotidiano, pero al mismo tiempo totalmente diferente a ello. Técnicamente, es un realista en la presentación de lo verdadero y de lo irreal. De algún modo trata diestramente una realidad en la que los límites entre lo verdadero y lo fantástico se desvanecen muy naturalmente.