- Clickultura
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El par de esposos llevaban muchos años acostándose en la misma cama. Cuando se enojaban no se hablaban. Esta vez le pidió que se fuera a su lado, porque temía despertarla al momento de darse la vuelta para acomodarse, y además le recomendaba que no durmiera de cara al techo porque roncaba. Esto fue el colmo, la señora montó en cólera y le dijo que mejor le dijera que ya no quiere estar con ella, que incluso cuando pasa las páginas de su libro en la noche, le molesta, y agarró una colcha y se fue a la sala a dormir en el sofá. La escuchó sollozar mientras daba sus pasos lentos. El esposo no pudo conciliar el sueño pensando en su desatino, voy a decirle que fue un mal entendido; se puso sus pantuflas y fue dónde ella que parecía dormir profundamente, antes cuando discutíamos no te enojabas tanto, quiso decirle
enterrando su cara en su pelo buscando su oído, pero calló. Si se despertaba seguramente le diría que es un desconsiderado y hasta le pediría el divorcio y no estaba para un segundo infarto.