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Roque Antonio Dalton García nació el 14 de mayo de 1935 y murió el 10 de mayo de 1975 en San Salvador. Fue un poeta, ensayista, periodista, activista político e intelectual que, aunque no recibió un título académico, realizó sus estudios superiores en la Universidad de Chile y Universidad de El Salvador. Afiliado al Partido Comunista de El Salvador (PCS), fundó el Círculo Literario Universitario, junto con el poeta guatemalteco Otto René Castillo. Para el año 1957 viajó a la URSS lo que marcó su militancia política y lo llevó a conocer poetas de gran reconocimiento futuro, como Juan Gelman y Miguel Ángel Asturias.
Para el año 1961, fue expulsado de El Salvador, por lo que inició su exilio en México, Checoslovaquia y Cuba, donde terminó de forjarse como escritor. Se involucró en la vida cultural de este país y también recibió instrucción militar tras la invasión de Bahía Cochinos. Pese a que logró retornar a El Salvador, en 1964, terminó preso y fue sometido a interrogatorio por un agente estadounidense. En 1969, regresó a Cuba y ganó el Premio de Poesía Casa de las Américas por el libro Taberna y otros lugares.
Tras partir de Cuba, Dalton decidió involucrarse en la lucha armada en El Salvador, por lo que se integró al Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP) en 1973. En dicha organización, fue protagonista de una seria polémica interna con el líder Alejandro Rivas, quien se erigía como un influyente caudillo del grupo armado. Dalton terminó calificado como «revisionista» y la dirigencia del ERP decidió su ejecución junto a José Armando Arteaga.
Recordado por su vida bohemia y una personalidad jovial e irreverente, reflejada en su obra literaria, tenía como preocupación principal el destino de su propio país, El Salvador; y pese a que era un conocedor de la teoría marxista, su obra se caracteriza por ser heterogénea. Se le considera el máximo exponente de la poesía revolucionaria en El Salvador y uno de los literatos más influyentes de este país; además, se encuentra entre los mejores representantes de la poesía latinoamericana. De forma póstuma, ha recibido los reconocimientos de «Hijo Meritísimo» y «Poeta Meritísimo» por parte del estado salvadoreño, y el doctorado honoris causa.
Ya desde su juventud, Dalton realizaba sus primeros trabajos de poesía y uno de sus profesores, el sacerdote jesuita Alfonso de María Landerreche, le animaba para seguirse educando en la literatura. Al terminar sus estudios de secundaria, Roque se decidió a estudiar Leyes. Su padre le brindó el apoyo para dirigirse a Chile, y hacia allá viajó en 1953 junto a su madre. El joven empezó a colaborar en una revista universitaria, y como parte de su trabajo sostuvo una memorable entrevista con el muralista mexicano Diergo Rivera. Tras once meses de estadía en Chile, retornó a El Salvador. Con nuevos instrumentos ideológicos para conocer la realidad del país, se incorporó a la universidad salvadoreña. En 1956 se integró al grupo conformado por los literatos José Roberto Cea y Tirso Canales, entre otros, que tomó por nombre Círculo Literario Universitario. Los trabajos de este grupo aparecerían de forma asidua en el suplemento Sábados de Diario Latino. Ellos también formaron parte de los desfiles bufos que ridiculizaban al régimen en turno.
Ese mismo año Dalton ganó el Premio Centroamericano de Poesía de la universidad con el trabajo Mía junto a los pájaros, y en el mes de mayo salió publicado el cuento La espera, en la revista Letras de Cuscatlán. También escribió, junto al guatemalteco Otto Castillo, refugiado en El Salvador, el poemario Dos puños por la tierra, que ganó el premio Francisco Gavidia. Ambos cultivaron una amistad mutua y se dice que fue Castillo quien le animó a abrazar la militancia comunista. Para el año 1957, Roque supo de la celebración en la URSS del VI Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes por la Paz y la Libertad por medio de boletines de la Federación Mundial de la Juventud Democrática (FMJD) y de la Unión Internacional de Estudiantes (UIE); por lo que se decidió a realizar el viaje junto a cuatro. El viaje a la Unión Soviética determinó que Dalton se incorporase a la militancia política por entero. Empero, como se había previsto, el retorno a El Salvador terminó siendo accidentado entre detenciones e interrogatorios en España, Venezuela y Panamá. Ya en su patria decidió ingresar al PCS ese mismo año de 1957 por intermedio de su amigo Otto René Castillo, a quien el poeta consideraba un modelo de militante revolucionario. Pese al compromiso político, Dalton, como otros poetas y escritores salvadoreños, hizo de la actividad política, la poesía y la bohemia una sola cosa. Él mismo destacaba en las reuniones como un gran conversador, aparte que se distinguía por su buen humor y comentarios jocosos.
En medio de un ambiente político agitado, se unió a la asociación juvenil 5 de noviembre e incrementó su colaboración en diferentes medios escritos como Abril y Mayo, Opinión Estudiantil y Vida Universitaria. Ejerció además como redactor para noticieros de televisión.
Poco antes de su muerte, Roque Dalton escribió El mar, una de sus últimas obras poéticas. Este libro destaca por su tono melancólico y reflexivo sobre la vida y la muerte.