- Clickultura
- EDITORIAL
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Arnold Toynbee decía que la tecnología era una palabra de origen griego que sirve para designar un saco de herramientas. Ahora ese saco de herramientas es etéreo, te lleva y trae por el ilimitado ciber espacio condicionando, de manera patética, el fondo a la forma, al número de caracteres y otras argucias. Hoy más que nunca el medio es el mensaje. Es que hoy ya se trata de la inteligencia artificial.
Cuento lo que nos sucedió al diseñar el home page de uno de los números de prueba de Clickultura: no encontrábamos una foto de Jorge Luis Borges libre de derechos. Entonces acudimos a la inteligencia artificial, dimos todos los datos que disponíamos sobre su aspecto físico, también dijimos que no había muerto sino solo fallecido, que tenía una personalidad reconocida mundialmente, que era único por sus dotes de inesperado y, finalmente dijimos que era argentino. En segundos nos llegó el retrato: nos llegó Borges en traje de Maradona con un pie de foto donde no se decía que el arado y la espada eran la extensión de la mano, sino que la mano era la mano de Dios. Por lo que colegimos que la tecnología es la extensión y la amputación de lo humano.
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