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A 128 años de la muerte del prócer de la Independencia de Cuba, José Martí, el legado de su enseñanza sigue vigente. En un significativo acto oficial la Embajada de Cuba envió una delegación encabezada por el excelentísimo señor embajador, Basilio Gutiérrez, a la celebración de 25 años de vida institucional de la Unidad Educativa José Martí, en la ciudad de Quito.
En sobrio y emotivo homenaje las autoridades del plantel junto a la delegación diplomática cubana, evocaron la vida y obra del apóstol de Cuba, con un homenaje cultural que conmemoró el 19 de mayo de 1895, día en que el político e intelectual cubano ofrendara su vida en un enfrentamiento con tropas españolas por la Independencia de Cuba.
El rector del plantel, licenciado Andrés Solá en su alocución señaló: “Es para nosotros un orgullo tenerlos en este acto tan significativo en que “cumplimos 25 años de vida institucional y conmemoramos el aniversario de la muerte de nuestro patrono, José Martí, el apóstol latinoamericano, somos orgullosos de llevar este nombre”. Acto seguido, su esposa y vicerrectora del colegio recordó: “Hace 25 años, Andrés y yo tuvimos un sueño que se hizo realidad, la creación de esta institución educativa que dé respuesta a uno de los problemas más acuciantes que tiene nuestro país que es la educación y que, dentro de nuestro contexto socioeconómico, se ha tornado en uno de los lujos al cual nuestro pueblo ya dejó de tener acceso. Nuestra propuesta de estudio es una verdadera alternativa de educación puesta en práctica en nuestra modalidad a distancia, con una filosofía progresista, solidaria y con mística de trabajo, sin perder de vista nuestro objetivo vital que es brindar una educación con calidad y de prepararlos para la vida -como dijo José Martí-, con una conciencia clara de comunidad y compromiso con el bien común”.
Un inspirador docente
El embajador Gutiérrez destacó el legado cultural de Martí con estas palabras: “Con una delegación del Ministerio de Educación de Cuba decidimos que el mejor espacio para celebrar la siembra de José Martí, es esta escuela que lleva su nombre. José Martí es un hombre que trascendió su tiempo y, quizás para su vida y para su obra, es aplicable algo que él dijo alguna vez: la muerte no es verdad cuando se ha cumplido bien la obra de la vida. Hay seres humanos que trascienden su época y uno de esos hombres es José Martí, sin duda, en la historia de América Latina y el Caribe de 500 años es uno de los pensadores más altos y más reconocidos no solo por su obra política, sino también por su obra intelectual. Encontramos siempre en el pensamiento de José Martí una sabiduría eterna, una filosofía para la vida, por eso nos alegramos tanto que este maravilloso colegio lleve su nombre”.
Durante el acto cultural, el embajador de Cuba, en nombre de la delegación diplomática de su país, hizo entrega de un retrato al óleo de José Martí, obra del pintor cubano Miguel Ríos Soria, residente en Ecuador desde hace treinta años. El embajador Gutiérrez oficializó el obsequio, señalando: “Para nosotros, cubanas y cubanos, José Martí es la idea del bien supremo, y por ello, Martí ha trascendido en la vida del pueblo cubano. Y todo lo que hemos hecho en Cuba en los últimos 65 años por la liberación del ser humano, por conquistar toda la justicia posible, ha sido justamente inspirado en el pensamiento y la obra de José Martí, que no solo fue un pensador y un organizador, también fue un hombre de acción y por eso es que cayó combatiendo por la Independencia de Cuba el 19 de mayo de 1895. Fue un hombre coherente con su pensamiento y fue capaz de sacrificar su valiosa vida en plena juventud. Para cualquier joven inspirarse en José Martí es un privilegio”. En seguida comprometió el concurso de la Embajada y del Gobierno Cubano en la entrega de una colección digital de las obras completas de José Martí a la biblioteca de la escuela, “para fortalecer e intercambiar experiencias sobre los sucesos educativos”.
Los jóvenes estudiantes de la entidad educativa demostraron haber asumido el legado del prócer en la lectura de reseñas biográficas de José Martí, declamación de sus poemas, interpretación de canciones y bailes de ritmos típicos cubanos y ecuatorianos, y una dramatización de los últimos momentos en vida de José Martí, realizada por los estudiantes.