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Después del estreno en febrero, el documental Tsáchila el camino del conocimiento, se proyectó nuevamente en la Facultad de Comunicación Social, este 24 de mayo.
El documental producido por Eduardo Bravo, dirigido por Juan Carlos Domínguez, realizado por Santiago Domínguez, con la dirección de arte de Fernando Guamán y la colaboración de Paola Garzón, nace por la búsqueda de generar trabajos en temas de cultura particular en torno a las artes, las humanidades y la comunicación sobre una nacionalidad.
El relato esta dividido en cuatro partes. La primera aborda el origen antropológico y lingüístico de la etnia, y los límites de su territorio. La segunda parte explica la cultura material e inmaterial del pueblo. Por ejemplo, en el documental se muestra la fiesta Kasama, que traducida de la lengua tsafiki, idioma de los Tsáchilas, significa “nuevo amanecer”.
La fiesta Kasama comprende varios rituales como los baños de purificación, celebraciones de la siembra del algodón, la caña de azúcar y el maíz, además facilita reunirse entre familias y comunidades. Es así que, debido a la relevancia de esta manifestación, el 8 de abril de 2023, fue declarada Patrimonio Cultural Inmaterial por el Ministerio de Cultura y el Instituto Nacional de Patrimonio Cultural.
La tercera parte, en cambio, profundiza el tema del poné o chamán y su largo camino de formación que empieza en edades tempranas. La cuarta y última parte, corresponde a una denuncia sobre la contaminación ambiental de sus territorios y la pérdida de sus costumbres en las nuevas generaciones de la etnia, que acosados por el rechazo prefieren no identificarse como Tsáchilas.
El documental de una duración de 90 minutos, se realizó con la participación de las siete comunidades Tsáchilas: Chigüilpe, Poste, Otongo Mapalí, Colorados del Bua, Los Naranjos, Congoma y Peripa.
Asimismo, el proyecto inició y finalizó de manera independiente. Durante sus dos años de realización y un año de investigación, enfrentó varias adversidades como no contar con el equipo necesario al comienzo de la grabación o prohibiciones dentro de las comunidades para grabar debido a disputas internas. No obstante, Bravo señala que el documental también es una critica al sistema cultural que tiene el Ecuador, entendido como un país que no le presta atención y le da poco interés al trabajo cultural, pues a pesar de buscar el auspicio de instituciones como el Ministerio de Cultura o Educación, no recibieron ningún tipo de apoyo económico y dificultaban los trámites para adquirir material de sus archivos. En este sentido, el productor cuestionó el trabajo que realizan este tipo de instituciones enfatizando que la autogestión es una vía para continuar en la realización de estos proyectos. La próxima proyección del largometraje está confirmada para el 15 de junio, a las 11 de la mañana, en el auditorio Mayor del Centro de Información Integral de la UCE
