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“Esta exposición se lllama Altamar porque me imagino sumergida en un mundo paralelo y acuático y un mundo azul,” afirma Belen Mena.
“Uno de mis pasatiempos es subir al páramo y sentir como el viento frio pega en la cara. En la pandemia esas visitas se hicieron mas seguidas y tuve tiempo para observar y registrar su entorno, y me fui enamorando de las formas y sus texturas y entendiendo que de cada seis de cada diez plantas que habitan en el páramo son endémicas, y son las encargadas de limpirar el agua que llega a la ciudad,” dice Belen Mena al referirse a su exposición que abrió en N24 Galería y a la que denominó Altamar.
Belen es una reconocida artista y comunicadora visual, una de las diseñadoras más reconocidas del país. Ha publicado varios libros, entre otros Pachanga, en 2008, que recogió su trabajo de cinco años sobre las numerosas especies de polillas de los bosques de la Ruta Verde y su riqueza visual. Libro que recibió varios premios nacionales e internacionales, como el Gold Award en el IF, International Forum of Design. O el libro De Taitas y Mamas, con el que fue nonimada al Latin Grammy Award como mejor diseño de libro-empaque, en 2013.
Altamar es un muestra con obras de pequeño y mediano formato, en la que se puede apreciar la destreza en los trazos, en la línea del dibujo y el dominio, como magnifica diseñadora, de la técnica digital para elaborar cada una de las obras, seleccionar el color y la composición e imprimir. El trabajar en 3D y en un papel especial logra generar “texturas” que provocan sensaciones y percepciones en el espectador. Todas las obras nacen en la vejetación y la fauna de los páramos. Aquellas planta comunes y silvestres se transforman, al trasladarlos a la obra, en piezas únicas de enorme belleza. Animales, osos, tapires, curiquingues, que adquieren color y juegan entre las ramas y las hojas de la vejetación. Y peces. Si, peces que aparecen y se integran al juego con los animales y a “nadar” en medio de la humedad de los páramos. Mena recurre a una diversidad de gamas de color, desde los mas tenues hasta los más intensos; violetas y rojos. Una obra de una gran unidad, una profunda armonía que transmite paz y tranquilidad, acompañada por los sonidos naturales que se integran a la muestra a través del video.
También forman parte de la muestra, numerosas fotografías, en pequeño formato, que la autora fue tomando cada vez que subía a los páramos. Fotografías que nos permiten no solo corroborar la belleza de los paisajes sino conocer el camino recorrido por la autora para trasladarlos a sus dibujos e incorporarlos a su mundo creativo, tal como nos señala la propia artista: “Esta exposición se lllama Altamar porque me imagino sumergida en un mundo paralelo y acuático y un mundo azul. Y los peces en la obra son mi forma de contar como este bellisimo ecosistema es de vital importancia para la regulación del clima, el ciclo hidrológico y el desarrollo de la población.”
La fotógrafa María Ines armesto, nos dice: “En la mirada de Belén, el viento es agua. Allí, en Altamar, las ladera del volcán se pueblan de peces y los osos bucean entre chuquiraguas y achupallas. Sus paisajes nacen surrealistas, pero anidan en la retórica. Parecen sin razón, pero tienen un argumento de peso, nos hablan del hacedor del agua; el páramo. Atesora unos pocos especímenes, cuidadosamente envueltos y clasificados. Los indaga con la lente de su cámara y los disecciona en líneas con su lápiz. Se impregna de su forma, juega con sus colores. Nos sorprende e interpela, nos deleita, nos enbarca.”
Mena, a lo largo de su trayectora, que se inició en 1992, ha desarrollado más de 200 marcas, innumerables campañas conmunicacionales, diseños y aplicaciones de todo tipo que la han consolidado como una de las icónicas comunicadoras visuales del país. Y ahora también como un gran artista que con sus sutiles y coloridos trazos nos inquieta y nos asombra. Nos sorprende y nos ilumina. Nos devuelve a la natureza, en estado puro. Pero también nos reta, cuando nos advierte: “sin agua un pez no puede vivir, cuidemos nuestros páramos.”