Retrato de un artista adolescente (de James Joyce)

Publicado inicialmente por entregas entre 1914 y 1915, es la novela que situó a Joyce como uno de los talentos literarios más innovadores del siglo XX.
El Retrato describe el desarrollo de Stephen Dedalus desde la infancia, y a lo largo de su adolescencia, hasta el inicio de la edad adulta. Gradualmente Stephen empezó a rebelarse contra su devota educación católica y a cuestionar los valores de su familia, de la Iglesia, de la historia y de su tierra natal. Al propio tiempo, en la medida en que trata de reconciliarse con su yo adulto, se intensifica su interés por el arte y la literatura. Esto no es, sin embargo, una típica historia de iniciación. El lenguaje utilizado en cada fase de la narración está moldeado hábilmente para reflejar la edad y la madurez intelectual de Stephen. El Retrato empieza con “una vaquita (¡mu!)” y termina con el deseo expresado por Stephen de “forjar en la fragua de mi espíritu la conciencia increada de mi raza”.
En el Retrato, que sigue siendo una obra de una invención y una riqueza imaginaria asombrosas, Joyce empezó a pulir su revolucionaria técnica del “flujo de conciencia”. Es aquí donde realmente quedan fijados los rasgos característicos de la escritura de Joyce: su exuberante humor sexual, la fantasía blasfema, el juego de palabras erudito, la erradicación y la revelación simultánea de la personalidad del autor, y la relación infinitamente compleja y contradictoria con Irlanda y con todo lo irlandés. Joyce redefine en el Retrato su propia personalidad y también los parámetros de la escritura moderna.

(Samuel Thomas)

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