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Por Lucrecia Maldonado
Hace 17 años, la naciente Asociación Ecuatoriana de Literatura Infantil y Juvenil, Girándula, le
apostó a realizar una o dos jornadas de lectura en voz alta. Cuenta Leonor Bravo, su fundadora
y actual presidenta, que incluso despertaron sonrisas y francas risas en algunas personas. Que
les hicieron asustar diciéndoles que el Palacio de Cristal era una locación inalcanzable. Que les
vaticinaron que les cobrarían por cada punto de luz y cada enchufe que utilizaran en el evento.
Que les iba a ir pésimo porque aquí a nadie le importa la lectura. Pero ella, junto con otros
escritores y otras escritoras, se empecinaron en la idea.
Cuentan que el día del Maratón sus creadores recibieron muy temprano llamadas desde el
Palacio de Cristal y su administración, indicando que había muchos niños y familias esperando
que se abrieran las puertas para iniciar con la actividad. Y desde entonces, el Maratón del
Cuento no se ha detenido un solo año, salvo el 2016, año del terremoto en Manabí.
Aparte de ser un evento de lectura en voz alta, en donde los autores y mediadores de lectura
comparten textos propios y ajenos con un público en su mayoría infantil pero también
formado por padres, madres y docentes no solo de lenguaje y literatura ávidos de conocer y
disfrutar de lo que la literatura infantil y juvenil en el Ecuador les puede ofrecer, el Maratón
del Cuento también ofrece talleres de creación literaria, salas especiales para primeros
lectores o lectores en la primera infancia, y una feria del libro infantil en la que participan
editoriales y librerías principalmente de Quito pero además de todo el país.
En el año 2020, en medio del encierro y el espanto, el Maratón del Cuento se volvió universal,
pues optó por una versión online que lo catapultó a ser seguido desde los más remotos e
inimaginables puntos del planeta, que buscaban alternativas para que sus niños y también los
adultos no cayeran en desesperación en medio de la inactividad y el aburrimiento. Y desde
entonces se realizaron otras actividades virtuales para lectores no solamente de Quito y el
Ecuador, sino de muchos otros lugares y países.
En tiempos fáciles o difíciles, sencillos o complicados, el Maratón del Cuento forma parte ya de
la escena cultural de Quito y el Ecuador. Con el trabajo arduo pero entusiasta de todos los
miembros de Girándula, en este año 2023 ha llegado a su décima séptima edición, dedicada a
la lectura y escritura de cuentos para la primera infancia.
En el Ecuador actual, el Maratón del cuento es un verdadero oasis en medio de los múltiples
problemas que acosan al país y a la ciudad. Es una ventana al arte de la escritura, al disfrute de
la lectura, que comunica vida y felicidad en todas sus actividades y que demuestra que aun en
los momentos más complicados siempre habrá lugar para que la fantasía y la creatividad nos
traigan sosiego y alegría.
Junto con las actividades de lectura, animación, talleres y la feria del libro, desde el año 2020
se vienen organizando seminarios internacionales en modalidad virtual sobre diversos temas
relacionados con la lectura y la escritura de libros para jóvenes y niños.
Por todos estos motivos, es de desear no solamente que el Maratón del cuento tenga otros
diecisiete años de permanencia, sino que se convierta en una actividad permanente dentro de
la cultura de nuestra ciudad, y que las instituciones oficiales y estatales le brinden el apoyo
necesario para que se mantenga en escena indefinidamente. Pero también es necesario decir,
con tristeza, que se ha eliminado el Plan Nacional de Lectura y que incluso se han retirado los
auspicios oficiales con que contaba el evento.
Sin embargo, la voluntad de los editores, autores, mediadores e ilustradores de libros de
literatura infantil y juvenil se mantiene incólume para sostener el Maratón del Cuento, y con él
el objetivo principal, de que el Ecuador sea verdaderamente un país que lee.
Este año, el Maratón tendrá lugar en el palacio de Cristal, desde el medio día del viernes 12 de
mayo y el sábado 13 y domingo 14 de 10 a 18 horas. Y no queremos desperdiciar la ocasión de
invitar a todos los lectores a que se den una vueltecita por el parque Itchimbía para compartir
un tiempo de cultura y entretenimiento.
