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La pintura inicia como técnica de expresión humana hace 32.000 años, con las primeras pinturas rupestres en las paredes de las cavernas que habitaba el hombre primitivo. Empleaba para ello sangre y otras sustancias, que en lo sucesivo serían reemplazadas paulatinamente por aceites y pigmentos. Sus principales focos fueron, durante su historia, el paisaje, el desnudo humano, la naturaleza muerta (o bodegón) y finalmente, el abstraccionismo.
La pintura acompañó los lugares ceremoniales y funerarios de las civilizaciones antiguas, como los túmulos funerarios egipcios, los templos romanos o las catacumbas cristianas paleocristianas.
A partir del Renacimiento europeo, se impuso junto a la escultura como una de las grandes formas de expresión humana, siendo muy cultivada por artistas de la talla de Miguelángel, Rafael o Leonardo Davinci.
Un segundo momento de importancia lo tendría durante el siglo XIX, cuando las tensiones entre el Romanticismo alemán y la Ilustración francesa dieran lugar a numerosas expresiones pictóricas de importancia, y todavía un tercer momento de esplendor durante la época de las vanguardias, a inicios del siglo XX, bajo la conducción del Cubismo, Surrealismo y otras tendencias estéticas similares. Finalmente, el arte abstracto haría su entrada a la pintura a mediados del siglo XX.
Técnicas de pintura
Las técnicas de pintura son los métodos usados para fijar los pigmentos en la superficie del soporte. Algunas de las más populares son:
- Óleo. Empleando aceites y un disolvente llamado trementina, se elabora una pasta pigmentada, viscosa y de origen vegetal, con que se pueden adherir los colores al lienzo, empleando pinceles u otras herramientas. Al secar, los colores quedan fijos a la superficie.
- Cera. Se pinta la superficie con ceras calientes, que contienen pigmentos aglutinados, aplicadas mediante pincel o espátula. Finalmente se le aplica un trapo de lino sobre una capa de cera sin pigmento a modo de protección y pulido.
- Acuarela. Consiste en el uso de colores diluidos en agua, de consistencia transparente, que se aplican sobre papel o cartulina con pinceles. Con esto se logra una mayor soltura y brillantez, pero requiere de trazos libres e imprecisos.
- Témpera. Llamada también gouache, es un material semejante a la acuarela pero con una carga de talco industrial o blanco de zinc, que aporta al pigmento una tonalidad opaca y no traslúcida, ideal para aplicar capas claras sobre otras oscuras y jugar con la luz representada.
- Acrílico. Se llama así a una pintura de secado rápido, cuyos pigmentos se sostienen en una emulsión de acrílico (cola vinílica) y aunque son solubles en agua, al secarse son sumamente resistentes.
- Tinta. Conocida como “tinta china”, se usa sobre papel y sobre todo en tonos negros o sepia, usando una pluma o plumín. Es muy frecuente en el arte oriental, sobre todo en su caligrafía pictórica.
- Pastel. Se usan barras de colores fabricadas a partir de pigmentos en polvo diluidos en goma o resina hasta formar una pasta compacta y seca. No se necesitan herramientas para su uso, sino directamente se sujetan con la mano.
Pintura rupestre
Se conoce como pintura rupestre a las que dejó la humanidad primitiva en las paredes de cuevas y otras superficies, y que se preservaron en el tiempo para ser descubiertas siglos después. Se trata por lo general de marcas de manos, dibujos de animales de presa y otras formas de narración ritual o de marcas tribales. Las más conocidas fueron halladas en las cuevas de Altamira, en Francia, en 1868.
Fuente: https://concepto.de/pintura/#ixzz8266E2tTf