- Clickultura
- NOTICIAS
- 0 Comments
- 303 Views
El 20 de junio se conmemoró un aniversario del día en que Mohammad Ali fue condenado por negarse a ir a combatir en la guerra de Vietnam. Uno de los casos icónicos, quizá el más conocido es el del famoso boxeador Muhammad Ali, quien cabe decir que objetó de conciencia no por razones médicas, sino por una convicción personal en contra de la guerra. A Muhammad Ali, el gobierno estadounidense lo llamó a combatir en la guerra de Vietnam y se negó, siendo suspendido por años de ejercer el boxeo. Su decisión tuvo un precio muy alto que estuvo dispuesto a pagar, al mismo tiempo que denunciaba el racismo imperante en la sociedad: Mohammad Ali fue despojado del título de Campeón Mundial de Boxeo. La noticia ocupó la primera plana de los diarios. Pocos días después, el 8 de mayo de 1967, parecía que su carrera boxística llegaba a su fin y que nunca se convertiría en una de las grandes de su categoría. Le revocaron la licencia para boxear y le retiraron el título del mundo que él había ganado y defendido con probidad en el ring.
En ese entonces, Ali declaró ante la prensa “no llaman a ninguna de las decenas de figuras que tiene el fútbol americano, ni a ninguna estrella del béisbol. Sólo a mí, al campeón del mundo de los pesos pesados”. Recordó que su líder, Elijah Muhammad había estado detenido por negarse a alistarse durante la Segunda Guerra Mundial. De inmediato, apeló al argumento económico: “Con lo que me hacen pagar a mí de impuestos, pagan el sueldo de 50.000 soldados. Pueden comprar tres bombarderos de guerra con mis aportes”. El mundo recuerda con admiración al gran pacifista del ring y campeón mundial en su categoría: Mohammad Ali.