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Se trata de un empresario joven, Christian Valencia viene haciendo artes escénicas casi toda una vida que ha vivido fuera del país y cuando quería hacer cosas en Ecuador se topaba con una falta o deficiencia de los espacios escénicos.
“Los espacios tienen un manejo burocrático, no hay condiciones técnicas o no tienen parqueadero, hay muchas cosas que complican”.
Decidió volver a Ecuador después de muchos años de estar en diferentes lugares, Boston, Estados Unidos donde se graduó de músico como director orquestal e ingeniería de sonido; luego estuvo en Japón, Canadá, Colombia y Argentina. Las dificultades -cuenta Valencia- también eran relativas al entendimiento de la industria cultural, respecto de su filosofía de que el arte tiene que ser autosustentable y no paternalista. Y el Estado tampoco proporciona las condiciones para que aquello suceda, porque no cubre las necesidades básicas de la población. Esta situación motivó su emprendimiento y constituyó la empresa Mundo Escénico, luego buscó un lugar donde hacer espectáculos sin las limitaciones de otros espacios. Así alquiló el Teatro San Gabriel a las autoridades de la Compañía de Jesús que administra el Colegio jesuita que dirige su rector, Guillermo Oñate.
“Yo le dije, quiero hacer de éste el lugar de arte más importante del país, al final terminó siendo algo extremadamente positivo, pero hubo que convencerlo”.
Una vez alcanzado el acuerdo, Valencia se concentró en reconstruir el teatro durante ocho meses. Las adecuaciones comenzaron por la ampliación del escenario con una fosa y un camerino, además, modernizó la sala con un aforo para 750 personas. La empresa de Valencia firmó con el Colegio San Gabriel un arrendamiento del teatro por un periodo de 15 años, renovable, para realizar actividades artísticas bajo una visión comercial.
¿La empresa tiene libertad en cuanto a los contenidos de los espectáculos que presenta?
En el contrato firmado se estipula una total libertad de contenidos de los espectáculos culturales. De hecho, hemos tenido en el teatro encuentros de rock pesado hasta convenciones de cienciología, evangélicos, hemos tenido de todo. La apertura atrae gente. En mayo hicimos un concierto que se llamó la Serenata a la Dolorosa.
¿Qué otros espectáculos culturales se proponen hacer?
Hemos pensado hacer una obra Drug, hemos tenido espectáculos con esa temática, nos parece una forma de arte interesantísima y, sobre todo un mensaje claro al público que es nuestro principal cliente: lo único que nos interesa es que los espectáculos tengan buena calidad, que el respeto al público sea lo que prime. Este teatro está diseñado para la gente que viene y paga su entrada y se sienta en una silla.
La gente ha entendido este mensaje del Teatro San Gabriel…
Por supuesto, hemos superado 150 mil asistentes en un año y medio, somos el teatro más visitado del país y tenemos el 41% de participación de públicos a nivel nacional.
Los espectáculos tienen un alto nivel profesional, pero además ¿promueven artistas que se están iniciando?
Por supuesto, nosotros nos involucramos en esos procesos, hemos tenido gente de danza, de música de todo tipo, porque creemos que hay un talento ahí, al que le damos una oportunidad. Tenemos la modalidad de hacer producción, y la otra forma es coproducción en que los artistas son socios del teatro en la presentación de espectáculos.
¿Con qué anticipación programan la agenda de espectáculos?
Nosotros estamos llenos hasta marzo del 2024. En muchos casos exigimos una garantía a los artistas para que se formalice el compromiso con ellos. Para el público se promocionan los espectáculos en nuestra página web con 60 días de anticipación y la promoción depende de cada artista.
¿Qué proyectos empresariales tienes en carpeta?
Estamos abriendo otro teatro en Puembo, se llama La Estación, y es una especie de escenario de música en vivo para 300 personas. Arrancamos el 20 de julio y está pensado para un público de Cumbayá que no viene a Quito por espectáculos culturales. En un año más abriremos otro teatro en el sur de Quito, para un público multitarget de gente adulta mayor.
¿El Teatro San Gabriel es apto para todo tipo de espectáculos?
Si, aquí hemos hecho desde espectáculos sinfónicos hasta teatro musical, de hecho, las instalaciones técnicas son especialmente diseñadas para ese tipo de eventos. Aun así, estamos muy lejos de nuestros pares cercanos como Colombia y Perú por razones de toda índole, como el tema de seguridad, por ejemplo, el tema de política pública y tramitología. Hay eventos y espectáculos que no se realizan porque quienes deben hacerlo no saben hacer los trámites. Además, por la tendencia económica, el país no ha sido parte de los circuitos de los grandes eventos artísticos internacionales, somos un mercado relativamente pequeño.
En cuanto a infraestructura para espectáculos artísticos ¿cómo estamos en relación a otros países de la región?
Nuestros escenarios no son espacios diseñados para grandes espectáculos artísticos, los artistas tienen que hacer un trámite con sus técnicos para que la acústica funcione bien, es lo que hay. Los teatros no están preparados para recibir espectáculos internacionales o las condiciones acústicas dejan mucho que desear. En este teatro comenzamos desde cero, tuvimos que comprar un generador eléctrico y el espacio del escenario y su estructura es un esqueleto de acero que tuvimos que hacer para sostener el techo y que aguanta nueve toneladas de luces.
¿Por qué el público tiene que venir al Teatro San Gabriel?
La gente decide y le gusta, además tenemos parqueadero gratuito para 280 vehículos, así parezca una cosa tan básica. Aquí todo funciona bien, y el publico disfruta del espectáculo. Hay un bar y la gente puede ingresar con bebidas y alimentos, no es un teatro clásico este es un teatro práctico. La seguridad está cubierta, este es el teatro más seguro del Ecuador, tenemos seis salidas de emergencia, además tenemos un seguro de responsabilidad civil que cubre al público en caso de algún siniestro y tenemos ambulancia y paramédicos.
¿El teatro tiene una proyección internacional como atractivo turístico de la ciudad de Quito?
Hemos comenzado una gestión promocional, estamos en el aeropuerto con publicidad, hay convenios con hoteles importantes de la ciudad para captar a la gente que visita Quito, con la ventaja que tenemos eventos todas las semanas. El operador turístico entra a nuestra página web y ya sabe lo que hay y ofrece a sus clientes.
¿Qué proyección futura tiene el teatro San Gabriel?
Tenemos promoción de nuestros valores artísticos nacionales, el objetivo del teatro en dos o tres años es hacer exclusivamente cosas ecuatorianas. Actualmente manejamos más del 90% de eventos nacionales. Los artistas nos contactan y planificamos una agenda, en base a comprobar que tienen un nivel de calidad bueno y está aprobado. Nuestro propósito esencial es darle el mejor espectáculo a la gente con la mejor música. A este teatro le interesa que exista demanda, que hay que generar con excelencia. El arte es cuestión de ponerse a empujar por la calidad, nuestro trabajo es hacer buenos espectáculos.
Leonardo Parrini