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Un 12 de julio de 1904 nacía Ricardo Neftalí Reyes Basoalto en la austral ciudad chilena de Parral, desde entonces el poeta vive como Pablo Neruda en el corazón de chilenos y latinoamericanos. ¿Quién siendo del país austral o habiendo nacido en este continente latinoamericano no ha sentido orgullo de nuestro poeta universal, hijo de la telúrica región de volcanes y océanos, de uvas y vientos, de vinos y empanadas de Chile?
Pablo apoyó siempre la conjetura de que habría escogido su nombre en honor al escritor checo Jan Neruda. Identificado con el pueblo, Neruda pervive en el corazón del pueblo, porque fue un poeta que la gente entendió y que entendió a la gente. Fue un poeta enormemente prolífico que escribió del miedo, del mar, de la tierra, de las furias y las penas, de la vida y de la muerte. Cierto es que García Márquez se refirió a él como «el más grande poeta del siglo XX en cualquier idioma»y que el crítico literario, Harold Bloom, señaló que «ningún poeta del hemisferio occidental de nuestro siglo admite comparación con él».
Neruda con su obra acercó como nunca nadie la poesía al pueblo, ¿quién no ha murmurado alguno de los veinte poemas de amor?, ¿quién no amó arrebatado en la cadencia de esos versos pasionarios inspirados en la joven Aibertina Azócar, ¿quién no levantó el puño con un verso de Neruda como una consigna en la garganta, de la lucha de nuestros pueblos por su dignidad?
Universal es su poesía porque abarcó todos los elementos, cantó a todos los objetos del mundo que guardan un significado para el ser humano. Nada le fue ajeno en sus obras, la poesía de Neruda abarca un amplio espectro, desde versos que incorpora la obsesión existencial de la muerte, la experimentación vanguardista, el sentido de lo absurdo, la metafísica, la indagación en lo telúrico, el canto a la geografía e historia de su país y el continente ..
Neruda pervive en la memoria, en la conciencia, pero por sobre todas las cosas, en el corazón del pueblo. Y allí prevalecen los instantes de su existencia. El entorno natural de Temuco, sus bosques, lagos, ríos y montañas que marcaron el mundo poético de Neruda y donde escribió gran parte de sus trabajos.
Biogeografía del poeta
Momentos claves de su vida en el corazón del pueblo permanecen y en la memoria perduran como en un cofre que resguarda un tesoro. Abril de 1920 cuando conoció a Gabriela Mistral, entonces directora del Liceo de Niñas de Temuco, de cuyo encuentro el poeta recordó: «ella me hizo leer los primeros grandes nombres de la literatura rusa que tanta influencia tuvieron sobre mí». Septiembre de 1921 cuando obtuvo el primer premio de la Fiesta de la primavera de la Federación de Estudiantes de Chile con el poema La canción de fiesta, publicado posteriormente en la revista Juventud. Otoño de 1923 cuando publicó Crepusculario, elogiado la crítica y marzo de 1924 cuando salió a luz su célebre Veinte poemas de amor y una canción desesperada.
En la primavera de 1939 fue designado, por el presidente Pedro Aguirre Cerda, cónsul especial para la inmigración española en París, donde destaca como el gestor del proyecto Winipeg, el barco que llevó a cerca de dos mil inmigrantes españoles desde Francia a Chile. La guerra civil española estalla en 1936; conmovido por ella el poeta, y por el asesinato de su amigo Federico García Lorca, Neruda se compromete con el movimiento de la Segunda República, primero en España y luego en Francia, donde comienza a escribir su poemario España en el corazón (1937).
Luego los aciagos días de la persecución desatada por el gobierno de González Videla contra sus antiguos aliados comunistas, en 1948 Neruda realiza la travesía para escapar de la persecución política durante el otoño de 1949. Sus meses vividos en la clandestinidad entre Santiago, Valdivia y la comuna de Futrono en el lago Huisne, después cuando cruzó por el paso de Lilpela hacia Argentina a lomo de un caballo y estuvo a punto de ahogarse mientras cruzaba el río Curringue. A mediados de abril llega de incógnito a París y gracias a la protección de varios amigos, entre ellos Picasso, logra regularizar su situación. Reaparece públicamente en la sesión de clausura del Primer Congreso del Movimiento Mundial de Partidarios de la Paz, en el que fue nombrado miembro del Consejo Mundial de la Paz. Tiempo después, sería asignado como cónsul general en México, donde reescribió su Canto General de Chile transformándolo en un poema del continente sudamericano. Obra quefue publicada en México en 1950 y, posteriormente, clandestinamente en Chile.
En 1969 fue designado miembro honorario de la Academia Chilena y doctor honoris causa por la Pontificia Universidad Católica de Chile. Ese mismo año, durante la campaña para las elecciones presidenciales, el Partido Comunista de Chile lo elige precandidato, pero Neruda renuncia en favor de Salvador Allende, que se convirtió en el candidato único de la Unidad Popular. El gobierno de Allende designó a Pablo Neruda embajador en Francia
El 21 de octubre de 1971, Neruda fue galardonado con el Premio Nobel de Literatura «por una poesía que con la acción de una fuerza elemental da vida al destino y los sueños de un continente» Neruda evocaría esos momentos: “El anciano monarca nos daba la mano a cada uno; nos entregaba el diploma, la medalla y el cheque. Se dice (o se lo dijeron a Matilde para impresionarla) que el rey estuvo más tiempo conmigo que con los otros laureados, que me apretó la mano con evidente simpatía. Tal vez haya sido una reminiscencia de la antigua gentileza palaciega hacia los juglares”.
La última aparición en público de Neruda poeta fue el 5 de diciembre de 1972, cuando el pueblo chileno realizó un homenaje al poeta en el Estadio Nacional.
Neruda en aquella ocasión retribuyó los afectos populares con su inmortal Cuando de Chile:
oHChile, largo pétalo
de mar y vino y nieve,
ay cuándo
ay cuándo y cuándo
ay cuándo
me encontraré contigo,
enrollarás tu cinta
de espuma blanca y negra en mi cintura,
desencadenaré mi poesía
sobre tu territorio.
Hay hombres
mitad pez, mitad viento,
hay otros hombres hechos de agua.
Yo estoy hecho de tierra.
Voy por el mundo
cada vez más alegre:
cada ciudad me da una nueva vida.
El mundo está naciendo.
Pero si llueve en Lota
sobre mí cae la lluvia,
si en Lonquimay la nieve
resbala de las hojas
llega la nieve donde estoy.
Crece en mí el trigo oscuro de Cautín.
Yo tengo una araucaria en Villarrica,
tengo arena en el Norte Grande,
tengo una rosa rubia en la provincia,
y el viento que derriba
la última ola de Valparaíso
me golpea en el pecho
con un ruido quebrado
como si allí tuviera
mi corazón una ventana rota.
El mes de octubre ha llegado hace
tan poco tiempo del pasado octubre
que cuando éste llegó fue como si
me estuviera mirando el tiempo inmóvil.
Aquí es otoño. Cruzo
la estepa siberiana.
Día tras día todo es amarillo,
el árbol yla usina,
la tierra y lo que en ella el hombre nuevo crea:
hay oro y llama roja,
mañana inmensidad, nieve, pureza.
En mi país la primavera
viene de norte a sur con su fragancia.
Es como una muchacha
que por las piedras negras de Coquimbo,
por la orilla solemne de la espuma
vuela con pies desnudos
hasta los archipiélagos heridos.
No sólo territorio, primavera,
llenándome, me ofreces.
No soy un hombre solo.
Nací en el sur. De la frontera
traje las soledades y el galope
del último caudillo.
Pero el Partido me bajó del caballo
y me hice hombre, y anduve
los arenales y las cordilleras
amando y descubriendo.
Pueblo mío, verdad que en primavera
suena mi nombre en tus oídos
y tú me reconoces
como si fuera un río
que pasa por tu puerta?
Soy un río. Si escuchas
pausadamente bajo los salares
de Antofagasta, o bien
al sur, de Osorno
o hacia la cordillera, en Melipilla,
o en Temuco, en la noche
de astros mojados y laurel sonoro,
pones sobre la tierra tus oídos,
escucharás que corro
sumergido, cantando.
Octubre, oh primavera,
devuélveme a mi pueblo.
Qué haré sin ver mil hombres,
mil muchachas,
qué haré sin conducir sobre mis hombros
una parte de la esperanza?
Qué haré sin caminar con la bandera
que de mano en mano en la fila
de nuestra larga lucha
llegó a las manos mías?
Ay Patria, Patria,
ay Patria, cuándo
ay cuándo y cuándo
cuándo
me encontraré contigo?
Lejos de ti
mitad de tierra tuya y hombre tuyo
he continuado siendo,
y otra vez hoy la primavera pasa.
Pero yo con tus flores me he llenado,
con tu victoria voy sobre la frente
y en ti siguen viviendo mis raíces.
Ay cuándo
encontraré tu primavera dura,
y entre todos tus hijos
andaré por tus campos y tus calles
con mis zapatos viejos.
Ay cuándo
iré con Elías Laferte
por toda la pampa dorada.
Ay cuándo a ti te apretaré la boca,
chilena que me esperas,
con mis labios errantes?
Ay cuándo
podré entrar en la sala del Partido
a sentarme con Pedro Fogonero,
con el que no conozco y sin embargo
es más hermano mío que mi hermano.
Ay cuándo
me sacará del sueño un trueno verde
de tu manto marino.
Ay cuándo, Patria, en las elecciones
iré de casa en casa recogiendo
la libertad temerosa
para que grite en medio de la calle.
Ay cuándo, Patria,
te casarás conmigo
con ojos verdemar y vestido de nieve
y tendremos millones de hijos nuevos
que entregarán la tierra a los hambrientos.
Ay Patria, sin harapos,
ay primavera mía,
ay cuándo
ay cuándo y cuándo
despertaré en tus brazos
empapado de mar y de rocío.
Ay cuando yo esté cerca
de ti, te tomaré de la cintura,
nadie podrá tocarte,
yo podré defenderte
cantando,
cuando
vaya contigo, cuando
vayas conmigo, cuándo
ay cuándo.