- Clickultura
- BLOG
- 0 Comments
- 532 Views
Entre 1968 y 1969 el libro La Broma de Milán Kundera fue traducido a varias lenguas occidentales. Sin embargo, el autor no estuvo conforme con las traducciones que en Francia o Inglaterra realizaron, al considerar que los traductores se tomaron libertades como reescribir la obra, eliminar capítulos musicológicos o suprimir los pasajes de carácter reflexivo.
Insatisfecho por las traducciones, Kundera comenzó a corregir los textos alemanes, ingleses e italianos de sus siguientes novelas. Además de romper sus relaciones con varias editoriales, empezó a escribir sus ensayos y artículos en francés, consciente del público escaso al que iban dirigidas sus obras si continuaba su escritura en checo, debido al exilio y prohibición de sus obras en su país natal.
Su malestar con las traducciones fue tal que, en 1980, él trabajo en una nueva traducción francesa de La Broma y empezó a dirigir las traducciones siguientes, afirmando que sus novelas publicadas en Francia poseen una autenticidad indiscutible, semejante a las originales checas.
Motivado por las palabras de Pierre Nora, sobre sus traducciones, Kundera escribe un diccionario personal que recoge sus palabras clave, palabras-trampa y palabras de amor, en el artículo Ochenta y nueve palabras, publicado en la revista de Nora, Le Débat, como parte de la serie “Les mots sous les mots”.
En sus novelas Kundera explora temas diversos de manera profunda y poética. A continuación, vale citar frases de Milán Kundera que revelan la profundidad de sus ideas y su capacidad para expresar emociones complejas a través de palabras.
Sobre el amor y el erotismo:
“Los amores son como los imperios: Cuando desaparece la idea sobre la cual han sido construidos, perecen ellos también”.
“El amor, por definición, es un regalo no merecido”.
“El erotismo es como un baile: una parte de la pareja siempre se encarga de manejar a la otra”.
“El amor no se manifiesta en el deseo de acostarse con alguien (este deseo se produce en la relación con una cantidad innumerable de mujeres), sino en el deseo de dormir junto a alguien (este deseo se produce en relación con una única mujer)”.
“El amor empieza en el momento en que una mujer inscribe su primera palabra en nuestra memoria poética”.
“Lo que había entre ellos no era amor, era inmortalidad”.
Sobre la música:
“El jazz tiene una melodía totalmente particular, en la que se hace patente la escala original de seis tonos de los viejos cantos negros. Pero también nuestra canción popular tiene su melodía particular, tonalmente incluso mucho más variada”.
“Le gustaba Bach, porque aún entendía la música como una combinación transparente de voces independientes, cada una de las cuales puede ser reconocida”.
“Mientras que las personas son jóvenes y la composición musical de su vida está aún en los primeros compases, pueden escribirlas juntas e intercambiarse motivos, pero cuando se encuentran y ya son mayores, sus composiciones musicales están más o menos cerradas y cada palabra, cada objeto significa una cosa distinta en la composición de la una y en la de la otra”.
Sobre la amistad:
«La amistad le es indispensable al hombre para el buen funcionamiento de su memoria. Recordar el propio pasado, llevarlo siempre consigo, es tal vez la condición necesaria para conservar, como suele decirse, la identidad del propio yo. Para que el yo no se encoja, para que conserve su volumen, hay que regar los recuerdos como a las flores y, para regarlos, hay que mantener regularmente el contacto con los testigos del pasado, es decir, con los amigos. Son nuestro espejo, nuestra memoria; sólo se les exige que le saquen brillo de vez en cuando para poder mirarnos en él. […] Lo que más deseé siempre, desde mi primera juventud, tal vez desde mi infancia, era otra cosa: la amistad como valor superior, por encima de todos los demás. Me gustaba decir: entre la verdad y el amigo, prefiero al amigo. Lo decía para provocar, pero lo pensaba en serio…
»¿Cómo habrá nacido la amistad? Seguramente como una alianza contra la adversidad, alianza sin la cualel hombre habría quedado desarmado frente al enemigo. Tal vez ya no se plantee la necesidad vital de semejante alianza…
»Si te odian, si te echan la culpa de algo, si te despiden, la gente que te conoce puede reaccionar de dos maneras: unos irán a unirse a la chusma; otros, discretamente, harán como si no supieran ni oyeran nada, de tal manera que podrás seguir viéndoles y hablándoles. Entre los segundos, entre los discretos y considerados, están tus amigos. Amigos en el sentido moderno de la palabra…»
Sobre el humor:
“En su reflexión sobre lo cómico, Hegel dice que el verdadero humor es impensable sin el infinito buen humor, escúchalo bien, eso es lo que dice literalmente: “infinito buen humor”; unendliche Wohlemutheit!. No la burla, no la sátira, no el sarcasmo. Solo desde lo alto del infinito buen humor puedes observar debajo de ti la eterna estupidez de los hombres, y reírte de ella” P.A.