Nuevo directorio en la Cámara del Libro

Fabián Luzuriaga Torres es el nuevo Presidente de la Cámara del Libro. Parece ser que el flamante directivo está condenado a serlo en tiempos de crisis para la cultura, puesto que según su propia visión, “los desafíos  del gremio  del libro mantuvieron una tendencia similar a los años  anteriores a la pandemia, es decir,  una  disminución   en  los  tirajes  de  ejemplares y una  propensión a apoyarse en la tecnología como una aliada  imprescindible para la difusión de contenidos y para facilitar experiencias lectoras, a través de  distintos formatos, además  de plantear  la opción de fomentar la economía verde y la sostenibilidad a nivel global”.

Luzuriaga, según ficha Linkedin, manifiesta experiencia como coordinador editorial de la USFQ Press, desde 2019, en servicios académicos, coordinación de distribución y ventas. Además, exhibe experticia gerencial en el sector editorial, como Bachelor of Business Administration (B.B.A.) Administración y gestión de empresas por la Universidad San Francisco de Quito (USFQ).

Luzuriaga Torres se apresta a ejercer su segundo mandato en la Cámara Ecuatoriana del Libro, asociación gremial que reúne a los principales actores de la producción, distribución y comercialización del libro en el Ecuador agrupados en editores, libreros, distribuidores, placistas y revisteros, cuya misión es contribuir al fomento de la lectura trabajando en el logro de objetivos comunes, inherentes a la producción y comercialización de libros y demás publicaciones en cualquier soporte.

Sin duda no es poca cosa, y Luzuriaga asume su presidencia 2023-2025 con un plan de trabajo que incluye cinco ejes: Feria del Libro, Socios, Comunicación, Redes y Alianzas, y Estatutos. Con la idea de asumir los retos que enfrenta el sector editorial, la nueva directiva de la CEL se propone “repensar la labor de la Cámara del Libro”, en la perspectiva de enfrentar los desafíos de las mal llamadas “industrias culturales”.

Huelga decir que el término “industria cultural” se refiere a aquellas industrias que combinan la creación, la producción y la comercialización de contenidos creativos que sean intangibles y de naturaleza cultural. El concepto industria cultural fue desarrollado por Theodor Adorno y Max Horkheimer. De las industrias culturales proviene el fenómeno conocido como cultura de masas, es decir, el concepto de industria cultural no sólo hace alusión al tipo de cultura que se transmite en los medios masivos, sino que también los bienes culturales que se diseñan y producen conforme a los objetivos de la acumulación capitalista y de la ganancia de utilidades, en el contexto de una economía naranja. No está por demás decir que el concepto economia naranja es cuestionado por diversos sectores culturales por considerarlo ajeno a la cultura, cuya función es inherente a actividades esenciales del ser humano y no a su mercantilización.

Bajo esta concepción, la nueva administración de la Cámara del Libro privilegia la Feria del Libro (FIL) como una actividad que se debe mantener “bajo el liderazgo de Ia Cámara (…) y que se convierta en la actividad más importante que coordine la Cámara”, vista ésta como “espacios de coworking, punto de encuentro para talleres, salas de negocios, con paquete de beneficios para los socios independientes”. También se propone desarrollar “un plan de Comunicación para visibilizar el trabajo editorial y entre las actividades privilegia la realización del mes del libro con microferias y actividades de capacitación tendientes a reforzar el nivel profesional de los miembros de la CEL. En el eje de Redes y Alianzas, la nueva directiva se empeñará no solo en “propiciar la adquisición de competencias específicas, sino también la reflexión activa sobre diferentes temas relacionados al mundo del libro”. Finalmente, como quinto eje del plan de trabajo, se dispone reformular los Estatutos, revisando los objetivos de la CEL, su misión visión y reglamentos.

Fabián Luzuriaga y Milagros Aguirre, nuevos directivos CEL
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