- Clickultura
- Destacada, Destacadas, NOTICIAS
- 0 Comments
- 288 Views
A los 91 años de edad falleció el pintor ambateño Oswaldo Viteri, conocido por su extensa obra en dibujo, pintura y escultura. Viteri había nacido en Ambato en 1931 y es considerado uno de los grandes exponentes plásticos del país en calidad de muralista, escultor y arquitecto.
Viteri inició su trayectoria como dibujante y por sus cualidades destacó en esa modalidad artística luego de realizar estudios universitarios y complementar su formación en el taller del pintor holandés Jan Schreuder, en Quito. Su primera exposición la realiza en 1957 e ingresa al taller del maestro Oswaldo Guayasamín donde se especializa en murales de mosaico de cristal. Sus obras son recogidas en diversos países y en el Ecuador, producción por la que el artista ecuatoriano fue nominado en dos oportunidades para el Premio de Asturias de las Artes, pero sería en 1997 cuando Viteri obtiene el Premio Nacional Eugenio Espejo por su trayectoria artística. Además obtuvo el Gran Premio Salón Mariano Aguilera (1960), Premio Salón Bolivariano (1961), Mención Honorífica VI bienal de Sao Paulo (1961), Cuarto Premio II Bienal Americana de Arte, Córdoba (1964), Cuarto Premio II Bienal de Quito (1968).
La obra
Oswaldo Viteri realizó en vida una extensa obra en la que destacan diversas técnicas y propuestas entre ensamblajes, pinturas, dibujos, serigrafías, esculturas, ilustraciones, máscaras y murales, resaltando la serie Los Desastres de las Guerras. Los ensamblajes de Viteri, se imponen descarnados en su soledad reminiscente de los páramos andinos, unas veces negros y otras veces rojos, a veces repletos de multitudes coloridas. Su obra pictórica deriva hacia la abstracción, tomando como referencia los aportes de las vanguardias que serían de gran significado para las nuevas generaciones de artistas en el Ecuador.
No obstante, el dibujo en tinta ha sido desde muy temprano su más rico medio expresivo. Esto se evidencia a partir de su encuentro con el artista polaco Maryan, durante su estadía en España en el año 1969. El dibujo neofigurativo de gran carga expresiva fue lo que permite desarrollar un sinnúmero de imágenes que transitan entre la abstracción pura y la figuración, la envergadura de su trabajo en el dibujo es enorme.
