Pastoral americana (Philip Roth)

Pastoral americana es una historia trágica que refleja el drama de la sociedad americana enfrentada a sus peores pesadillas a través de la vida de un americano medio que representa todos los ideales asociados con los Estados Unidos y que sufre en su piel las contradicciones que les son propias.

El libro parte de la ficción de que un escritor (Zuckerman) relata la vida del «Sueco» (sobrenombre del protagonista), tal y como la imagina a partir de un acontecimiento trágico de su vida que desconocía y del que no desvelaremos detalles para no destapar la trama . El Sueco es el prototipo de héroe al que admiraba toda la comunidad judía de Newark ya que encarnaba la idea de que era posible para un chico judío triunfar en los Estados Unidos pese a su origen humilde y el antisemitismo sutil de la época. El Sueco es honrado, honesto, trabajador y razonable; deportista de éxito, obedece las leyes y respeta las opiniones ajenas por muy opuestas a las suyas que puedan ser. Busca lo mejor para su familia aún a costa de sus propias convicciones personales, siempre aferrándose a un centro de gravedad razonable.

Sin embargo, los cambios sociales y económicos de los años 60 suponen un cambio generacional y de valores que dejan atrás el mundo en el que el Sueco cree y al que se aferra. Todas sus virtudes y esfuerzos concitan el resentimiento y desprecio de aquellos que anteponen su propio interés (su hija, su hermano…) y no le evitan sufrir una desgracia familiar de la que nunca se recuperará y que le obligará a confrontar sus convicciones con las de un mundo enloquecido que ya no obedece a los patrones del pasado y que le dejará aparcado en un infierno dubitativo de inacción.

Este libro inaugura una trilogía de Roth al que siguen Me casé con un comunista y La mancha humana y trata muchos de los temas habituales en la literatura del autor (la ciudad de Newark como representación de un mundo personal, el judaísmo como gueto, el cambio social y moral, etc). Uno de los aspectos más interesantes de la novela es ver cómo el Sueco comprende progresivamente que su honradez y llaneza, su respeto por cualquier punto de vista, su afán por proteger a su familia, etc, lejos de hacerle admirable a los ojos del mundo, son el principal motivo del odio que se vuelve contra él. Esta comprensión aboca al protagonista a una situación sin salida dado que no es capaz de romper con sus ataduras; el Sueco es así. De ahí que este personaje permite tensar al máximo las contradicciones sobre las que escribe Roth.

Como cualquier obra de este autor, su lectura es una oportunidad de ver el mundo a través de los ojos de un cirujano de la Literatura, capaz de abrir las tripas y los sesos de sus personajes y arrojarlos a las páginas de sus libros, con plena naturalidad y neutralidad científica para que el propio lector extraiga sus conclusiones. De ahí que las narraciones de Roth siempre vayan acompañadas de polémica y sean un estímulo para cualquier lector con espíritu crítico.