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Una orquesta sinfónica está compuesta de tres familias de instrumentos:
- La familia de las cuerdas, que se divide en cuerdas frotadas, pulsadas y percutidas.
- La familia de los vientos, que se divide en vientos metales y vientos madera
- La familia de la percusión que es la más variada y extensa, que se subdivide en: instrumentos de percusión de altura1Ver altura en terminología de música académica definida e instrumentos de percusión de altura indefinida
La familia de las cuerdas
La familia de las cuerdas de una orquesta sinfónica está constituida por los violines, las violas, los violonchelos y los contrabajos. Los instrumentos de la familia de las cuerdas se diferencian solo por su tamaño, lo cual exige una manera distinta de sostenerlos para sesr interpretados: el contrabajo debe sostnerse de pie sobre el piso, el violonchelo entre las rodillas y el vilín y la viola se los sostiene entre el cuello y la quijada del intéreprete.
Todos los miembros de esta familia conservan la misma forma y estructura: tienen cuatro cuerdas, generalmente metálicas, sostenidas en un clavijero; tienen diferente grosor para diferenciar la altura de los sonidos y utilizan un puente sobre el brazo del instrumento para ser elevadas.
Todos estos intrumentos emiten su sonido utilizando un arco, hecho de madera y cerdas de pelo de caballo o sintéticas dependiendo de si es para violín, viola, violonchelo o contrabajo. La frotación del arco sobre las cuerdas emite el sonido, por eso a todos estos instrumentos se los conoce como instrumentos de cuerdas frotadas, a diferencia de los instrumentos de cuerda pulsada, como son el arpa o la guitarra y de los instrumentos de cuerda percudida o golpeada como el piano que no utiliza ningún arco para emitir su sonido
En algunas ocasiones, la familia de las cuerdas es requerida por los compositores para tocar sus cuerdas de manera pulsada, en ese caso la emisión de sonido pulsado se conoce como pizzicato, término italiano que describe la pulsación de cuerda en lugar de la frotación de la misma.
El rol de la familia de las cuerdas en una orquesta sinfónica es fundamental, casi siempre juegan el papel protagónico de las obras sinfónicas debido a que su registro sonoro puede cubrir desde los sonidos más graves con el contrabajo y violonchelo, hasta los más agudos con el violín, pasando por los registros medios de la viola. Esta familia prácticamente es autosuficiente y puede abastercer un repertorio sin necesitada de instrumentos de otras familias instrumentales. Además, la versatilidad de estos instrumentos, especialmente de los violines, les permite interpretar música de diversas características.
El único inconveniente que se podría señalar a esta familia es el poco volumen que tiene, por esto es necesario reforzarla numéricamente hasta alcanzar los nivles sonoros de intensidad deseados. Una orquesta sinfónica grande y completa puede t ener la siguente distribución y cantidad de cuerdas (Adler, 1989).
