Natalicio del antipoeta Nicanor Parra

Nicanor Segundo Parra Sandoval nació en San Fabian de Alico, al sur de Chile, el 5 de septiembre de 1914 y falleció a la edad de 103 años en Santiago, el 23 de enero de 2018. Parra fue poeta, profesor, físico e intelectual chileno cuya obra ha tenido una profunda influencia en la literatura hispanoamericana. Considerado el creador de la Antipoesía para muchos críticos y autores connotados, tales como Harold Bloom, Niall Binns o Roberto Bolaño, Parra es uno de los mejores poetas de occidente. Nicanor, mayor de los hermanos Parra, recibió el Premio Nacional de Literatura (1969) y el Premio Miguel de Cervantes (2011), entre otras distinciones. Tempranamente, Parra comenzó a escribir sus primeros versos, siguiendo el barroquismo sentimental y retórico de las fuentes a las que tenía acceso, las liras​ las populares, los poetas modernistas y una antología de Miguel M. Moure.

Nicanor Parra fue galardonado en las fiestas primaverales de Chillán -1937-, como poeta laureado por su primer libro, Cancionero sin nombre. Entonces comenzó a sumergirse en la obra de chilenos y españoles contemporáneos, traducciones de los surrealistas franceses y otras vanguardias europeas como el dadaísmo. ​ Al año siguiente, su primer poemario, una obra todavía inmadura pero reveladora, recibió el Premio Municipal de Poesía otorgado por la Municipalidad de Santiago. En un acto de homenaje a Gabriela Mistral, le dedicó su poema inédito Canto a la escuela, y ella, por su parte, elogió su trabajo y lo catalogó como «el futuro poeta de Chile». En 1939 año fue incluido en la antología 8 nuevos poetas chilenos a la que sucedió Tres poetas chilenos (1942), al mismo tiempo que continuó investigando nuevas formas de poesía. Gracias a una beca en 1943 viajó a Estados Unidos para estudiar un posgrado en mecánica avanzada en la universidad de Brown. Regresó de Estados Unidos entre 1945 y 1946, como físico especialista en indeterminación y relatividad para incorporarse como profesor de Mecánica Racional en la Universidad de Chile.  

Las experiencias vividas en el extranjero, en países más desarrollados y con culturas tan distintas a la de Chile, fueron fundamentales para la gestación de su segundo poemario, Poemas y Antipoemas (1954), donde el autor irrumpió con el nuevo concepto de Antipoesía, el cual se oponía a toda la poesía tradicional entonces imperante en su país, encabezada por Neruda, Huidobro y de Rokha.

“Durante medio siglo la poesía fue el paraíso del tonto solemne hasta que vine yo y me instalé con mi montaña rusa”, diría Parra de su obra.

En 1960 Parra contactó con los beatniks Allen Ginsberg y Lawrence Ferlinghetti en el Primer Encuentro de Escritores Americanos, Ferlinghetti, que ya conocía su obra a través del crítico Jorge Elliott, publicó Antipoems (1960). Más tarde aparecería Poems and Antipoems (1967).​ Durante esta década la producción de Parra se hizo prolífica, sumándose a su obra Versos de Salón (1962), Canciones rusas (1967) y Obra gruesa (1969). El 15 de abril de 1970, en plena Guerra Fría, mientras asistía al Festival Internacional de Poesía, sufrió un malentendido que lo aquejaría por siempre. Durante el viaje fue engañado por la Casa Blanca para ser fotografiado con Pat Nixon lo que le costó un quiebre de relaciones con Cuba. Parra fue expulsado del jurado del Premio Casa de las Américas.

Durante la dictadura militar, Parra decidió evitar las represalias y la censura, alejándose un poco de la Antipoesía para desviar su atención hacia otros proyectos.

Unos años después publicó sus Ecopoemas (1982) como una propuesta ecológica alternativa frente a los dos bloques político-económicos de la Guerra Fría. Desde este enfoque, que mantendría durante los años 1980 y 1990, pudo criticar al sistema desde un enfoque no ideológico y por tanto menos riesgoso. Sus denuncias se volvieron luego más explícitas en Chistes parra desorientar a la policía poesía (1983) y en los poemas inéditos de su antología Poesía política (1983), estando también presentes en Coplas de Navidad (1983).

Utilizando una serie de premios y homenajes como excusa, el autor comenzó a escribir sus autodenominados «discursos de sobremesa», en los cuales desplegó su pensamiento y crítica social. Varios de estos textos fueron publicados más tarde en su libro Discursos de sobremesa (2006).​ Sus denominados «artefactos visuales», fueron  instalaciones basadas en el reciclaje que materializan la idea de los antipoemas. En 2006 se montó su exposición mediática Obras Públicas, la que a través de instalaciones como El pago de Chile causó un gran revuelo en el país. El mismo año apareció Obras completas y algo más (1935-1972).

En la obra de Nicanor Parra queda plasmada “una poesía de dinamitero, desesperadamente anárquica, que irrumpe a través de todo lo que es rutinario reduciendo a polvo la mentira piadosa y las fórmulas de consuelo desprovistas de significado, para desembocar en la nada o en el meollo de una sólida realidad”, según dijera el crítico Artur Lundkvist.  

Epitafio

De estatura mediana,

Con una voz ni delgada ni gruesa,

Hijo mayor de profesor primario

Y de una modista de trastienda;

Flaco de nacimiento

Aunque devoto de la buena mesa;

De mejillas escuálidas

Y de más bien abundantes orejas;

Con un rostro cuadrado

En que los ojos se abren apenas

Y una nariz de boxeador mulato

Baja a la boca de ídolo azteca

‒Todo esto bañado

Por una luz entre irónica y pérfida‒

Ni muy listo ni tonto de remate

Fui lo que fui: una mezcla

De vinagre y aceite de comer

¡Un embutido de ángel y bestia!

 Nicanor Parra

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