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Erasmo de Rotterdam, humanista, filósofo, filólogo y teólogo holandés, autor de El Elogio de la Locura, nació el 26 de octubre de 1466 en Rotterdam y muerió en Basilea en 1536.
Luego de dedicarse a las letras clásicas abandona el monasterio como secretario del Obispo de Cambrai en 1493). En tres ocasiones visitó Inglaterra y allí trabó amistad con Jane Colet y Tomás Moro, en cuya casa escribió su desenfadado e irónico Elogio de la locura (1511), antes de enseñar teología y griego en Cambridge.
En París inició, con Adagios (1500), un éxito editorial que prosiguió en 1506 con sus traducciones latinas de Luciano de Samósata y que culminó en Basilea (1515-1517 y 1521-1529) con sus versiones de Plutarco, sus ediciones de Séneca y de San Jerónimo y su gran edición del Nuevo Testamento (1516). Dicha edición, con texto griego anotado y su traducción latina le dio renombre europeo. Si sus primeros diálogos Antibárbaros (1494) veían compatibles devoción y cultura clásica, en el Enquiridión (1504) defendía una audaz reforma religiosa.
En 1524 lanzó su Disquisición sobre el libre albedrío, con una violenta respuesta de Lutero (Sobre el albedrío esclavo, 1526) y con su correspondiente réplica (Hyperaspistes, 1526). Y, pese a su neutralidad en la pugna de Enrique VIII con el papa Clemente VII, su Ciceroniano (1527) refleja ya el desengaño de quien ve sus ideales contrariados por los hechos.
Implantada la Reforma en Basilea (1529), Erasmo dejó la ciudad por la misma razón que había dejado Lovaina y se retiró a Friburgo de Brisgovia. Escribe en ese tiempo Sobre la buena concordia de la Iglesia (1534), en la que no parece poner sus ilusiones, y no hizo comentarios sobre la ejecución en Inglaterra de Juan Fisher y Tomás Moro (1535). El mismo año recomendó al papa Paulo III un tono conciliador en el futuro concilio y, desde Basilea (adonde había vuelto y de donde sus achaques no le dejarían salir), rechazó el cardenalato; de poco antes de morir es su obra Sobre la pureza de la Iglesia cristiana (1536).