JORGE MATEUS Y UNA NUEVA TRANSGRESIÓN SOBRE EL ESCENARIO

De un amor gay tardío y no correspondido, en la recreación de Jorge Mateus, trata la obra de teatro, Bésame Forastero, que el actor riobambeño presenta este fin de semana en el Patio de Comedias, en Quito. Un monólogo recreado por Mateus en la adaptación de la novela del chileno Pedro Lemebel, Tengo miedo Torero, que narra la historia de su personaje principal, la loca de enfrente, un homosexual de edad madura que se enamora de un muchacho de veinte años y vive en soledad el drama de un amor sin respuesta. 

No es del caso saber si Mateus, por experiencia autobiográfica o identificación cultural, logra otorgar vida al personaje en el escenario, revivido dramáticamente en el talento del actor. Lo cierto es que en la soledad y encanto de un amor homosexual tardío y no correspondido, la obra recrea el doloroso acontecer de un personaje entrañable y transgresor, y con él subyace reflejada la hipocresía o exclusión conque es marginado un ser humano por su definición sexual; un gesto artístico de denuncia que la sociedad ecuatoriana recibe como una bofetada en el rostro.

En la trama se entrelazan dos historias paralelas, la de un amor homosexual sin correspondencia, que se desvive en una sociedad, cuyo telón de fondo político es el de un país oprimido y reprimido por una feroz dictadura militar en los años setenta en Chile, y la lucha de un pueblo que busca deshacerse del dictador a cualquier precio. El encuentro de un joven militante del Movimiento Patriótico Manuel Rodriguez y un viejo homosexual, no es fortuito en la necesidad del joven de encargarle guardar un cajón con armas utilizadas en un atentado contra Pinochet. Surge la pasión del amor y la tentación del sexo en medio de un trasfondo político, no menos pasionario y represivo que condenaba a muerte, en aquel tiempo, a los homosexuales lanzándolos al mar desde un avión con los pies atados a una enorme piedra.

El personaje de la obra, a través de un intenso monólogo, narra las proximidades y distancias que lo unen y desunen, en su amor imposible, en frustrada relación con un adolescente que lo utiliza, mientras él padece el sufrimiento del rechazo. La novela original en la cual está adaptado el monólogo tuvo enorme repercusión en la sociedad chilena de la época.  

Jorge Mateus conoció a Lemebel cuando el escritor chileno visitó Quito hace ya algunos años. Aprendió a conocerlo y estudiar su creación literaria hasta que decide adaptar la novela a una obra teatral. Especialista en monólogos, Mateus elige depurar la trama en sus personajes y textos y reconstruye el argumento en un monólogo de una hora diez minutos, con autorización del autor.

¿Cómo fue tu encuentro con Lemebel?  

Conocí a Pedro y descubrí una persona genial en su actitud transgresora, en su lucha por ocupar un espacio en la narrativa chilena, en su activismo político a través de acciones performáticas que irrumpían sorprendentemente en diferentes actos culturales, y en sus crónicas donde a través de un lenguaje barroco describía de manera dolorosa, irónica, la vida de seres humanos que viven al margen de las reglas sociales y las buenas costumbres. Cuando Lemebel se presentó en Quito estuvo bastante molesto porque no le gustó el hotel y, además, esperaba la sala llena del Teatro México y no se llenó. Se le veía muy temperamental, me acerqué con un poco de recelo al camerino después de la función, pero pensé que no me dejaría ni hablar. Pero luego se portó muy amable y viniendo de una persona que es tan importante a nivel latinoamericano, fue agradable. Le solicité autorización para adaptar su novela « Tengo miedo torero » al teatro y su personaje principal «La Loca» de enfrente y tuve su aprobación verbal. Cuando Lemebel murió entré en el dilema de a quién pedir autorización para adaptar su obra, yo tenía su palabra que para mí es importante. Entonces un amigo chileno me dijo que le cambie de nombre a la obra y le ponga versión libre porque las herederas de Lemebel son dos sobrinas bastante difíciles.

¿Qué quedó de la novela en tu obra teatral?

La obra narra la historia de un hombre maduro homosexual, que se dedica a bordar manteles y tapetes para sus clientas adineradas de Chile. Tenía una vida muy difícil, se prostituía como un homosexual de un nivel muy pobre y con pocos estudios, se conoce en su barrio con Carlos un muchacho heterosexual de 20 años y se enamora de manera inmediata y se ilusiona mucho porque él joven se hace su amigo y le pide que le guarde en su casa una cajas de libros y la amistad se va creciendo, se convierte en pasión y las cajas que guarda de su amigo no contienen libros sino armas porque el joven Carlos es militante del grupo guerrillero Movimiento Patriótico Manuel Rodríguez que intentó eliminar a Pinochet en septiembre de 1986. Toda la historia se desarrolla en Chile en la primavera de ese año. Es una relación muy profunda y el personaje va narrando su pasión y los avatares políticos que va descubriendo y a partir de su relación con Carlos toma conciencia de dónde vive, cómo vive y quién es Pinochet. Es una historia de amor no correspondido y tiene mucho encanto, los personajes son entrañables. Me interesó esta historia de un hombre maduro homosexual con un chico heterosexual de veinte años, es una relación muy entrañable, pero a la vez muy dolorosa que habla de una gran soledad del personaje. 

¿La obra ha sido presentada con anterioridad?

El año pasado la presenté en febrero en la Sala Mariana de Jesús, de Wilson Pico e hice nueve funciones, luego hice tres funciones en el Patio de Comedias con apoyo del Municipio de Quito, también la presenté en la Compañía Nacional de Danza, no eran temporadas muy largas. El público reaccionó bien, en principio pensé que sería una obra para pequeños espacios con poco público, pero el año pasado nos invitaron al Festival de Cuenca Escenarios del Mundo, y la sala tenía capacidad para 500 personas y fueron 250 personas. Luego en septiembre hice tres funciones en Miami, en noviembre estuve en un teatro en Bucaramanga y este año presenté en un congreso de Artes, en la Universidad del Atlántico, en Barranquillas y fue interesante porque fue un espacio enorme con 600 personas y la obra funcionó.                 

¿Cuándo se presenta la obra nuevamente en Quito?

Se presenta en el Patio de Comedias, los días viernes 10, sábado 11 a las 19:00 y el domingo 12 de noviembre, a las 18:00.   

Bésame forastero es un retrato hablado en primera persona sobre sí mismo, y ya lo dijimos, no es del caso saber a qué distancia está Jorge Mateus, del personaje que encarna, habla de sí mismo o de su propia peripecia vital, de sus pasiones y soledades que el tiempo, así como encendió extinguió con los años. Acaso la obra resulte ser una auto reivindicación de su lucha por ocupar un lugar sin juzgamientos ni exclusión entre sus semejantes y los otros, aquellos que lo rodean en una sociedad donde debería haber sitio para cada cual, con sus pasiones y verdades. Como actor y ser humano, ese es su derecho, a la transgresión.

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