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Mientras acababa la universidad Ana Penyas (Valencia, 1987) comenzó a ilustrar para colectivos y para proyectos como Pikara Magazine. Como autora de cómics, entre sus proyectos más destacados se encuentra Estamos todas bien (Salamandra Graphic, 2017) donde habla de sus abuelas y la generación de mujeres crecidas en el franquismo y por el que recibió el premio de autora revelación nacional del Salón del Cómic de Barcelona, España y el Premio Nacional de cómic 2018.
Penyas ha publicado diversos álbumes ilustrados donde destacan sus trabajos en torno a la memoria histórica En transición (Barlin libros, 2017), Mexique, el nombre del barco (El zorro rojo, 2017) o el fanzine No van ser tres mesos de lluita, van ser dos anys d’aprenentatge. Ha colaborado como ilustradora en diversos proyectos feministas como el calendario Jo tambè vaig ser piquetera o la publicación del colectivo Territorio doméstico Biosindicalismo desde los territorios domésticos.
En 2021 publicó Todo bajo el sol (Salamandra Graphic, 2018) una reflexión sobre la transformación del levante peninsular a raíz del turismo por el que ganó el Premio Éco-Fauve RAJA por Sous le soleil en el Festival de la Bande Dessinée d’Angoulême – 50 édition y el Premio ACDCómic mejor obra nacional 2021. Su último proyecto ‘En una casa. Genealogía del trabajo del hogar y los cuidados’ es una exposición que ha desarrollado junto a la antropóloga Alba Herrero Garcés en el Instituto Valenciano de Arte Moderno IVAM (noviembre 2022- abril 2023).
En Pikara Magazine comenzó ilustrando los artículos de José Luis Serrano y sus dibujos también acompañaron algún texto de Txus García, como la ilustración que regalamos a todas las nuevas suscriptoras de la campaña Cuida a las tuyas. En la imagen se ve a las protagonistas de la serie Las chicas de oro sentadas alrededor de una mesa con dildos, unas copitas de vino y de café. El artículo que acompañaba se titula No country for viejas bolleras, en el que Txus García hablaba de su entrada en la perimenopausia y cómo fue la consulta con una ginecóloga. “Hice una ilustración literal: reivindicar otra manera de habitar esa edad y habitar la sexualidad, reivindicar otras maneras de vivir y salir de la invisibilidad que se lleva a las mujeres en la experiencia de la menopausia”.
Para Ana Penyas hacer ilustración feminista es una cuestión tanto de forma como de contenido. De forma porque “implica revisar constantemente lo que hemos entendido por normal y atender la representación de los cuerpos”. Cuenta que la mirada feminista la ha hecho “estar más atenta al racismo que yo podría tener a la hora de invisibilizar ciertos cuerpos o ponerlos a hacer determinadas cosas, atender mucho a cómo se representa a las personas y colectivos”. Y de contenido porque los temas de los que la interesa hablar o tratar tienen que ver con temas que están el debate feminista, como trabajo del hogar y cuidado, o el trabajo reproductivo. “La ilustración feminista es un aprendizaje sobre cómo se cruzan las diferentes opresiones, no solo el género, también la raza y la clase. Esa manera de ver la imagen y las historias le ha dado el feminismo”, explica Penyas.
Tomado de Pikara Magazine