PAUL MARIE VERLAINE, EL PRÍNCIPE DE LOS POETAS

Paul Marie Verlaine, fue un escritor francés, representante del simbolismo, se le llamó Príncipe de los Poetas. Nació el mes de marzo de 1844 en París y falleció el 8 de enero de 1896. Se dio a conocer como poeta perteneciente al movimiento simbolista, cuya parte lírica reconoce una diversidad de tendencias que muestra un mundo literario donde todo está mediado por la metáfora y la alegoría.

Verlaine fue criado en el seno de una familia católica, a temprana edad se trasladó con su familia a la capital francesa, donde hizo sus estudios y llegó a trabajar en el ayuntamiento de París. Frecuentó los cafés y salones literarios parisinos,  en 1866 colaboró en el primer Parnaso contemporáneo publicando los Poemas saturnianos, influenciados por Baudelaire. En 1870 se casó con Mathilde Mauté, a quien escribió La buena canción.

Al mes siguiente, la joven pareja empezó a vivir con los padres de Mathilde, fue entonces cuando Arthur Rimbaud aparece en su vida y la cambia completamente. Rimbaud se muda con ellos por invitación de Verlaine, el cual había descubierto el genio precoz del adolescente. Al poco tiempo ambos se hacen amantes, después de que el comportamiento de Rimbaud escandalizara a los círculos literarios parisienses, Verlaine deja a su mujer y se va con el joven poeta a Londres. Durante este viaje, escribió una gran parte de la colección Romanzas sin palabras.

En julio de 1873 viaja con Rimbaud a Bruselas. El 10 de julio de 1873, Verlaine dispara dos veces sobre su joven amante, que resulta herido en una muñeca. El poeta es condenado a dos años de cárcel, que cumple, en Bruselas y, posteriormente en el nuevo penal de Mons. Durante su estancia en la prisión, octubre de 1873 a enero de 1875, Verlaine elabora la base de un libro que no verá nunca la luz (Carcelariamente). En prisión abraza nuevamente la fe católica, y de esta conversión procede probablemente el abandono de Carcelariamente y la idea de recopilar Sabiduría, que formará parte, con Antaño y hogaño (1884) y Paralelamente (1888), de una gran antología.

Al salir de prisión, vuelve nuevamente a Inglaterra y después a Rethel, donde ejerce como profesor. En 1883, publica en la revista Lutèce la primera serie de los “poetas malditos”, Mallarmé y Rimbaud, entre otros, que contribuye a darlo a conocer. Junto con Mallarmé, es tratado como maestro y precursor por los poetas simbolistas y decadentistas. En 1884, publica Antaño y hogaño, que marca su vuelta a la vanguardia literaria, aunque el libro estuviera compuesto fundamentalmente por poemas anteriores a 1874.

A partir de 1887, a medida que su fama crece, cae en la más negra de las miserias. Sus producciones literarias de esos años son puramente alimentarias. En esta época pasa el tiempo entre el café y el hospital. En sus últimos años fue elegido «Príncipe de los Poetas» (en 1894) y se le otorgó una pensión. Prematuramente envejecido, muere en 1896 en París, a los 51 años por sobredosis de sustancias alucinógenas. 

La influencia de Verlaine fue grande entre sus coetáneos y no hizo más que crecer tras su fallecimiento, tanto en Francia como en el resto del mundo. En castellano, el modernismo no puede entenderse sin la figura de Verlaine. La obra de algunos grandes poetas del ámbito hispánico, como Rubén Darío, Manuel Machado, José Martí o Pablo Neruda, son consecuencia directa o indirecta de la del poeta francés.

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