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Karel Capek nació el 9 de enero de 1890 en Praga y murió el 25 de diciembre de 1938. Conocido como un escritor en checo, acuñó el moderno concepto de robots. Su obra más popular, encuadrada en el género de la ciencia ficción por su carácter distópico es La guerra de las salamandras. Realizó estudios de filosofía y estética en la Universidad de Carolina, pero también cursó estudios en la Universidad de Humboldt en Berlín y en La Sorbona.
Uno de los primeros relatos fantásticos de Karel Čapek se titula La fábrica de Absoluto (1922). En un universo concebido según las teorías panteístas de Spinoza y las de la relatividad, el invento de un ingeniero trastorna la conducta humana y la social cuando, desintegrando la materia para producir energía, libera también el místico Divino Absoluto.
Una obra que se suele encuadrar en el género de la ciencia ficción por su carácter distópico en La Guerra de las salamandras (1936), novela de finísima ironía que se considera una sátira sobre el nazismo. A saber: una nueva especie de criatura es descubierta, y se trata de una salamandra gigante adscrita al género Andrias y que se empeñan en que sea una especie extinta capaz de aprender de los humanos pese a no tener en principio una inteligencia similar. El sistema capitalista mundial se aprovecha de las criaturas para realizar todo tipo de labores ingratas al ser humano, y todos los países empiezan a adquirirlas en gran número. Pero casi nadie es consciente de que la extensión de las salamandras por el globo es una amenaza (el paralelismo con el nazismo alemán es claro). Se critica sucintamente en el libro a un nazismo efervescente y a un sistema económico y un «orden» mundiales incapaces (y no interesados) en pararle los pies. Además del trasfondo político y filosófico, la novela de Čapek también contiene guiños al mundo periodístico. En la obra se emplea con mucha gracia un procedimiento de collage que no reproduce bien la mayoría de las ediciones en español.
Čapek fue un destacado representante del humanismo, el pragmatismo y la democracia liberal de su época. Así mismo, a partir de la Primera Guerra Mundial se convirtió en uno de los autores más famosos e influyentes a nivel global. En sus últimos años se mostró especialmente preocupado por el auge de los autoritarismos no democráticos y el populismo en Europa. Tras conocer su prematuro fallecimiento, acaecido a los cuarenta ocho años de edad, Bernard Shaw escribió: «¿Por qué él? ¿Por qué no yo?»
