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Hoy se cumplen 67 años de la partida de Gabriela Mistral, acaecida el 10 de enero de 1957. Mistral había ingresado a la habitación 420 del hospital de Hempstead, Nueva York. La poeta volvía a estar en el recinto que había visitado en octubre de ese año por una anemia y síntomas de agotamiento, patologías que se sumaban a una diabetes, reumatismo, problemas cardíacos y al cáncer de páncreas que la aquejaba. Cuatro días después de recibir el año nuevo se marcó la tendencia definitiva: Mistral entró en un estado de coma y perdió la conciencia. A las 4:18 de la mañana del 10 de enero murió Gabriela Mistral.
La efeméride cobra especial relevancia para nuestro país toda vez que, el agregado cultural de la embajada de Chile en Ecuador, Francisco Vidaurre, considera que el hito más importante que registra la misión diplomática en las relaciones culturales entre ambos países, lo constituye la gestión realizada por la escritora guayaquileña Adelaida Velasco cuando propone el nombre de Gabriela Mistral como candidata al Premio Nobel de Literatura. El camino hacia el Nobel para Gabriela tiene una historia que refleja aquel significativo gesto de amistad y reconocimiento de Ecuador a la trayectoria literaria de la escritora chilena. Los vínculos de la poeta con intelectuales ecuatorianos tenían entonces ya larga data, propiciados por las buenas relaciones diplomáticas existentes entre sus países.
La historia recoge el viaje de Gabriela Mistral a Ecuador, país con el cual, como se ha consignado, tuvo profundos vínculos. En la ciudad de Guayaquil mantiene una prolongada estadía, respondiendo a una invitación de diario El Universo, en la ciudad porteña recibe diversos reconocimientos y visita instituciones educativas como la maestra latinoamericana que deja una impronta de enseñanzas. El 19 de agosto de 1938 atraca el barco Copiapó que la trajo procedente del puerto chileno de Valparaíso. A la embarcación arriba la delegación conformada por Leopoldo Benites Vinueza, Telmo Vaca del Pozo y Sucre Pérez Castro, en representación del periódico. Los anfitriones hicieron entrega de un ejemplar del matutino del día anterior y Gabriela respondió al recibimiento: “Les agradezco el saludo del prestigioso diario de ustedes y les ruego por intermedio de su periódico presentar mi saludo a la ciudad de Guayaquil”. Acto seguido, una calle de honor, con pétalos de rosa, condujo a Gabriela desde el muelle hasta el Grand Hotel donde fue recibida por centenares de estudiantes de escuelas y colegios del puerto principal.
La presencia de Gabriela Mistral en Guayaquil, refiere Luis Rivadeneira, permitió estrechar sus vínculos con Ecuador y de manera especial con intelectuales ecuatorianos que la acogen como la gran amiga. Entre ellos, Adelaida Velasco Galdós (1894-1967), escritora guayaquileña que es quien toma la iniciativa de proponer a Gabriela Mistral como postulante al Premio Nobel de Literatura. Velasco desde su amistad con Mistral, signada por una profunda admiración hacia la escritora chilena, enarbola un feminismo que supone una visión poco difundida y menos rescatada como reflexión de las mujeres latinoamericanas divididas entre la cultura tradicional, la filantropía y la capacidad crítica.
En el aniversario 67 del fallecimiento de Gabriela Mistral, Ecuador guarda memoria de la poeta chilena que puso tan alto el nombre de las letras latinoamericanas en el mundo.
