- Clickultura
- 0 Comments
- 619 Views
Ramón Gómez de la Serna, nació el 3 de julio de 1888, Madrid, España, y falleció el 12 de enero de 1963, en Buenos Aires, Argentina. Consagró su vida exclusivamente a la actividad literaria, en la que se mostró como un escritor fecundo y pionero de un tipo de literatura que, dentro de la más pura vanguardia, se erige como una construcción personal de gran originalidad. Sus primeras obras muestran una actitud crítica e innovadora frente al panorama literario español, dominado por la generación del 98, y coinciden con la dirección, asumida desde 1908, de la revista Prometeo, receptora y difusora de los primeros manifiestos vanguardistas en España, de los que fue su primer e incondicional defensor e impulsor. Animador indiscutible de la vida literaria madrileña, en 1914 creó una de las tertulias más frecuentadas y famosas con que ha contado Madrid, la del Café Pombo. Su particular visión de la literatura, concebida dentro de los presupuestos del arte por el arte, sin ningún intento de reflexión ideológica, dio lugar a un género inventado por él, las greguerías, definidas por el propio autor como “metáfora más humor”. Consisten en frases breves, de tipo aforístico, que no pretenden expresar ninguna máxima o verdad, sino que que retratan desde un ángulo insólito realidades cotidianas con ironía y humor, a base de expresiones ingeniosas, alteraciones de frases hechas o juegos conceptuales o fonéticos.
Su vasta producción literaria incluye desde artículos y ensayos, algunos agrupados en libros, hasta dramas de tema erótico y obras más o menos novelísticas, muchas de ellas basadas en una trama truculenta, al modo de los folletines costumbristas, que por las incoherencias en la narración, las imágenes de tipo surrealista o el barroquismo de la expresión se convierten en una forma de absurdo que destruye todo sentimentalismo y las acerca a lo patético y grotesco. La obra de Ramón Gómez de la Serna ejerció una influencia inmediata en los jóvenes poetas de la generación del 27: el culto a la metáfora, en efecto, caracterizó los comienzos de Jorge Guillén, Federico García Lorca incluso de Miguel Hernández. También en Hispanoamérica apreciaron su obra Pablo Neruda y, posteriormente, el mexicano Octavio Paz. En 1936, a raíz del estallido de la guerra civil española, Gómez de la Serna se exilió en Buenos Aires con su esposa, la escritora Luisa Sofovich, y en 1948 publicó la obra autobiográfica Automoribundia, testimonio de su vida y compendio de su estilo y su personal concepción literaria.