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John Dos Passos, novelista y periodista estadounidense, nació el 14 de enero de 1896, Chicago y falleció el 28 de septiembre de 1970, Baltimore, Maryland, Estados Unidos. Es conocido mundialmente por su novela Manhattan Transfer, obra que, con su visión panorámica y objetiva de la ciudad, encabezó una importante corriente urbana de la novela contemporánea. Perteneció junto con Hemingway, Ezra Pound y otros, a la llamada “Generación perdida”, heterogéneo grupo de autores estadounidenses. En 1917 se graduó en la Universidad de Harvard, donde conoció a intelectuales vinculados al grupo «estetas de Harvard». Durante la Primera Guerra Mundial fue conductor de ambulancias en el frente francés, experiencia que le proporcionó material para su novela Iniciación de un hombre: 1917 (1920). Siguió a esta Tres soldados (1921), con la cual alcanzó el reconocimiento de la crítica por su amargo antibelicismo. Ambas obras se inscriben en la temática característica de la Generación perdida: aunque se defiende al individuo en rebelión, se acaba condenándolo al fracaso. Pero en 1925 publicó su monumental Manhattan Transfer, que por su peculiar estructura abrió una nueva manera de escribir y de entender la ciudad: como un organismo poderoso y en cierto sentido autónomo de los seres que la habitan. La novela relaciona múltiples caracteres a primera vista independientes, pero que agrupados en un contexto configuran una polifacética dimensión. Manhattan Transfer enmarca una visión del Nueva York de principios del siglo XX abandonando el tradicional análisis caracterológico o psicológico de los personajes por una indagación más sociológica y colectiva, según la crítica. La técnica es casi cinematográfica, como si en vez de la conciencia subjetiva del narrador fuera el ojo objetivo de la cámara el que registrara los acontecimientos, procedimiento que con acierto se denominó «cámara-ojo». Algunos episodios del relato pueden parecer aislados, pero luego se desarrollan inesperadamente, rasgo que prefigura las estructuras aleatorias y combinatorias de la narrativa norteamericana posmoderna. Una perdurable metáfora, en definitiva, sobre el protagonismo deshumanizado de los crecientes monstruos urbanos. Un proyecto ulterior, la trilogía USA, tendría semejantes objetivos, aunque no alcanzó la intensidad insuperable de Manhattan Transfer. La trilogía se propuso abarcar no la ciudad, sino todo el país, en las novelas que la componen: Paralelo 42 (1930), 1919 (1932) y El gran dinero (1936), ciclo que abarca el auge del pragmatismo norteamericano desde la última década del siglo XIX hasta la Gran Depresión de 1929.