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Las campañas de sexo durante carnaval son un ejemplo a seguir. En Colombia en la ciudad de Barranquilla tiene lugar una celebración en la que, junto a las noticias sobre la alegría de la fiesta folclórica, leemos noticias sobre el disparo de infecciones de transmisión sexual (ITS) y embarazos no deseados como parte de las celebraciones. La Secretaría de Salud de la Gobernación del Atlántico lanzó la campaña «Yo me lo pongo, ¿y tú?», que tiene como objetivo prevenir los embarazos no deseados y evitar la propagación de ITS durante las celebraciones. La campaña supone la repartición de 400.000 condones gratuitos, la entrega de volantes informativos, así como la participación de una comparsa con mensajes de promoción y prevención. Este tipo de campañas se han venido realizando por parte de las autoridades de salud durante los últimos tres carnavales. Desde que comenzaron se ha visto una reducción significativa de alrededor de 4 puntos de la incidencia de nuevos casos de VIH, al mismo tiempo que éstos aumentan en el resto del país. Asimismo, se ha disminuido el pico de la tasa de natalidad que solía presentarse en los últimos meses del año, nueve meses después del carnaval, y el embarazo adolescente en Barranquilla se encuentra por debajo del promedio nacional.
Mensajes como el de la Secretaría de Salud de Barranquilla, “si vas a tener sexo, hazlo responsablemente y utiliza siempre condón”, es lo opuesto a promover un ejercicio sexual completamente irresponsable. Los resultados de las campañas justifican sin duda esta intervención.
Además, en un país donde más de la mitad de los nacimientos se deben a embarazos no deseados, casi una en cada cinco mujeres no conoce sobre ninguna ITS diferente al VIH; y cerca del 58% de las mujeres manifiestan que les ha hecho falta más educación sexual, las campañas de la Secretaría de Salud de la Gobernación del Atlántico durante el carnaval de Barranquilla son un ejemplo a seguir para otras autoridades. En todo tipo de espacios NO SOLO Colombia sino los demás países del continente necesitan más información y más herramientas para hacer uso de ella, y es una política que debe basarse en evidencia científica y estadísticas reales y no en juicios morales sin fundamento.