NATALICIO DE NIKOS KAZANTZAKIS

Nikos Kazantzakis, importante escritor griego de poemas, novelas, ensayos, obras de teatro y libros de viaje.Traducido a varios idiomas, sin embargo, fue muy conocido hasta que su obra, Alexis Zorbas, fue llevada al cine con el título de Zorba el griego. Posiblemente, es el escritor y filósofo griego más importante del siglo XX y el que ha sido traducido a más lenguas. Kazantzakis nació en Megalo Kástro, Heraclión, Grecia el 18 febrero de 1883.     

Su primer trabajo fue la narración La serpiente y la azucena (1906), que firmó con el seudónimo Karma Nirvami. En 1909, Kazantzakis escribió una obra teatral en un acto titulada Comedia, en la que remarcablemente resuenan temas existenciales que prevalecerán mucho después, en la Europa de la posguerra, en autores como Sartre y Camus. En 1910, después de sus estudios en París, escribió la tragedia El maestro constructor, basada en un popular mito folclórico griego. Kazantzakis consideraba su enorme poema épico (33 333 versos de longitud), La Odisea: Una secuela moderna, como su trabajo más importante. Iniciado en 1924, lo reescribió siete veces antes de su publicación en 1938. Sus más famosas novelas incluyen Alexis Zorba (1946); Cristo de nuevo crucificado (1948); Libertad o Muerte (1950); La última tentación de Cristo (1951); y El pobre de Asís (1956); Informe al Greco (1961).

En 1902, Kazantzakis se mudó a Atenas donde estudió Derecho en la Universidad de Atenas y luego, en 1907, emigró a París para estudiar filosofía. Como explica en su obra autobiográfica Carta al Greco, a partir de los libros de Nietzsche se reafirma en su concepción vitalista de la existencia. En 1917, conoció a Georgios Zorbas, futuro icono de la novela Alexis Zorbas, y explotó con él una mina de lignito en la región griega de Mani que Nikos había comprado con la herencia de un tío paterno. La experiencia terminó en fracaso económico y tuvieron que cerrar la explotación, pero el vitalismo insobornable de Zorbas le acabó de reafirmar en su vocación de escritor. Permanecieron en contacto epistolar hasta la muerte de Zorbas en Serbia, donde explotaba una cantera, durante la segunda guerra mundial. En 1918 viaja y reside en Suiza. En 1919, como director general del Ministerio de Bienestar Social, organizó el traslado de las poblaciones griegas pónticas desplazadas por la Revolución Rusa. Hasta su muerte en 1957, residió temporalmente en París y Berlín (desde 1922 hasta 1924).​

Mientras estaba en Berlín, donde la situación política era explosiva, Kazantzakis descubrió el comunismo y se convirtió en admirador de Lenin. Nunca fue un comunista consistente, pero visitó la Unión Soviética. En torno a esta época, sus más tempranas creencias nacionalistas fueron gradualmente reemplazadas por una ideología más universal. En 1945, se convirtió en líder de un pequeño partido de izquierdas no comunista, y entró en el gobierno griego como ministro.  

En 1946, la Sociedad de Escritores Griegos recomendó a Kazantzakis para ser galardonados con el Nobel de Literatura. En 1956, perdió el Nobel frente a Juan Ramón Jiménez por un solo voto.​ En 1957 comenzó un nuevo viaje hacia China y Japón. Este fue su último viaje. Kazantzakis, que sufría leucemia, se sintió enfermo y fue trasladado a Alemania donde murió el 26 de octubre de 1957. Fue enterrado sobre una de las murallas que rodean Heraklion ya que la Iglesia Ortodoxa no permitió que fuera enterrado en un cementerio. Su epitafio reza: «No espero nada. No temo nada. Soy libre»  

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