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Con una afirmación escueta la Corte de Apelaciones de Santiago ordenó esta semana reabrir la investigación por la muerte del poeta chileno Pablo Neruda, acaecida el 23 septiembre de 1973, 12 días después de que el golpe militar de Augusto Pinochet derrocara al gobierno socialista de Salvador Allende. La investigación no se encuentra agotada, determinó la Corte y el mandato se produce meses después de que la jueza Paola Plaza cerrara el sumario del caso en septiembre de 2023, concluyendo que no había ningún hallazgo que rebatiera la causa de muerte por “caquexia cancerosa” por un “cáncer de próstata” con metástasis que indica el certificado de defunción.
La versión oficial sobre la muerte de Neruda ha permanecido en discusión durante 38 años, sin embargo, en el 2011 su chofer y asistente, Manuel Araya, aseguró que el Premio Nobel de Literatura chileno había sido asesinado con una inyección letal en la clínica donde se encontraba internado. Esta versión «oficial» sobre la muerte de Neruda permaneció indiscutida durante 38 años.
La Corte de Apelaciones ordenó reabrir el caso bajo la presunción de que el poeta fue asesinado por agentes de la dictadura de Pinochet.
La indagación sobre las causas de la muerte de Neruda sigue su curso cuando la Primera Sala de la Corte de Apelaciones de Santiago.
