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Por Leonardo Parrini
El sexto encuentro culinario latinoamericano fue en torno a un producto ancestral de nuestra región: el Tamal. La convocatoria a la 6ta Feria del Tamal la hizo México y la cita concitó la presencia de 12 países del continente en el Centro Cultural de la PUCE, en Quito.
Durante el evento, en un ambiente de camaradería, cada pueblo compartió lo mejor de su gastronomía tamalera, bebidas típicas regionales, sabores amenizados por bailes y cantos folclóricos de cada país, entre los que se encontraban Bolivia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Haití, Honduras, México, Panamá, República Dominicana y la Cámara Binacional Ecuatoriana-mexicana.
El rector de la PUCE, Fernando Ponce de León, como anfitrión dio la bienvenida a los asistentes y Francisco Arrieta, director del Centro Cultural PUCE, recordó que en siete años se han realizado encuentros culturales agendados por la institución que ya cuenta 28 años de existencia.
Raquel Serur, embajadora de México país organizador del evento, destacó que “el maíz nos une y que los tamales son un platillo que ofrece América Latina al mundo, pese a la crisis; y por lo mismo, no es cosa menor que nuestros pueblos persistan y sigan preparando este delicioso platillo que ha existido a través del tiempo y que se degusta en comunidad, como lo haremos hoy día once pueblos representados por sus embajadas y como anfitrión Ecuador”.
Un sabor ancestral
El Tamal es un mismo alimento con nombres distintos -tamales, humitas, hayaca, maneas, chamitles, y otros- y con un ingrediente común que es el maíz. Si la preparación es distinta, el tamal en todos los casos, se envuelve como si fuera un regalo que nos obsequia la naturaleza. Y ya sea que se envuelva en hojas de maíz, plátano, o maduro, sabemos que al abrirlo se revela el secreto ancestral del sabor característico del maíz que se puede combinar con carne, vegetales o chile.
El ritual de preparar tamales se remonta a las costumbres que prevalecieron en todas las culturas prehispánicas que poblaron nuestra América y que siguen vigentes. El tamal aparece en México y su nombre tamal significa envuelto. El tamal (del náhuatl tamalli) es un alimento preparado generalmente a base de masa de maíz o de arroz rellena de carnes, verduras y hortalizas, salsas y otros ingredientes, envueltos en hojas vegetales de mazorca de maíz, o de plátano, bijao, maguey, aguacate, entre otras. Suele tener un sabor dulce o salado, con variedad según sea en salsa verde o roja, los oaxaqueños de dulce son rosados y pueden tener sabores de piña, guayaba y zarzamora.
El embajador de Cuba, Basilio Gutiérrez, destacó que la Feria del Tamal es “un encuentro cultural y culinario que se viene convirtiendo en una tradición por iniciativa de México, con el apoyo de todas las embajadas sudamericanas y del Caribe acreditadas en Ecuador, porque la cultura del maíz es transversal a nuestra América y el sentido fundamental es una fiesta de fraternidad y de amistad que nos une”.
El Tamal, como expresión cultural, simboliza la potencial unidad regional latinoamericana. Un imperativo históricamente sentido por nuestros pueblos, que aspiran se cumpla. Porque como dice el refrán mexicano: el que nació para tamal, del cielo le caen las hojas.
