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PARA TI
Desconocido, si al pasar, quieres hablarme, ¿por qué no has de hacerlo?
Y, ¿por qué no te hablaría yo?
YO CANTO PARA MÍ MISMO
Yo canto para mí, una simple y aislada persona, Sin embargo pronuncio la palabra democracia, la palabra
Masa.
Canto al organismo humano de pies a cabeza, No son la fisonomía sola ni solo el cerebro los motivos
únicos de mi Musa, Yo digo que la Forma completa es la digna, Y canto a la mujer lo mismo que canto al Macho.
La Vida inmensa en pasión, pulso, poder, La vida feliz, formada en la más libre acción,
bajo el imperio de las leyes divinas Canto al hombre Moderno.
TÚ, LECTOR
Tú, lector, tú te estremeces de vida y orgullo lo mismo que yo;
En consecuencia, para ti son los cantos que siguen.
AL COMENZAR MIS ESTUDIOS
Al comenzar mis estudios, el primer paso me agradó mucho, El mero hecho consciente, las formas, el poder moverme, El menor insecto o animal, los sentidos, la vista, el amor, El primer paso me dominó y tanto me agradó
Que me costó proseguir y si me detuve fue Porque quise detenerme allí, holgazaneando para cantar eso en mis extasiados cantos.
NO ME CIERREN SUS PUERTAS
No me cierren sus puertas, orgullosas bibliotecas, Porque todo cuanto está ausente de sus colmados anaqueles
y es, por lo tanto, lo más necesario, lo traigo yo; Hice de la guerra un libro. Las palabras de mi libro no interesan. La finalidad que se propone constituye el todo Es un libro diferente, desvinculado de los otros, no concebido por intelecto alguno, Pero ha de remover las energías latentes que duermen en las páginas de todos los otros.
POETAS FUTUROS
¡Poetas del futuro! ¡Oradores, cantantes, músicos futuros! No es el presente el que me justifica ni el que asegura que
yo esté un día con vosotros, Son ustedes, la raza nueva y autóctona, atlética, continental, la mayor de cuantas son conocidas; ¡Arriba! Porque ustedes me justificarán.
Yo no hago más que escribir una o dos palabras para el futuro,
Sólo me adelanto un instante, para retornar luego a las sombras.
Soy un hombre que, vagabundo, siempre sin hacer alto, echo sobre ustedes una mirada al azar, y sigo, Dejándoles la encomienda de probarla y definirla,
Aguardando de vosotros la realización de la magna obra.
IMÁGENES
Tropecé con un vidente, Que menospreciaba los matices y las cosas de este mundo, Los dominios del arte y del saber, placeres, sentidos, Para buscar sólo imágenes.
No influyas en tus canciones, me dijo, Ni la hora ni el día enigmáticos, ni fragmentos, ni partes
superpuestas; Pon, primero, como una luz para los que siguen, Como un canto de introducción para todos, La canción de las imágenes.
A LAS NACIONES EXTRANJERAS
Yo sé que buscan ustedes la explicación de este enigma del Nuevo Mundo,
Y que definen a América, su atlética Democracia; Pues bien; yo les envío mis poemas para que ellos vean lo que quieren aprender.
A LOS ESTADOS
Consentida sin discusión la obediencia, se ha caído en el servilismo absoluto:
Una vez sometida, totalmente, no hay nación alguna, ningún Estado o ciudad de la tierra que encuentre en lo sucesivo su libertad.
EL HIMNO QUE TODAVÍA CANTO
El himno que canto todavía, (Hecho todo él de contradicciones) yo lo dedico a la
nacionalidad, Yo abandono en él la rebeldía, (¡Oh latente derecho a la insurrección! ¡Oh, reina, indispensable fuego!)
EUROPA
El 72o y 73o años de estos Estados
De pronto, fuera de estos viejos y amodorrados cubiles, guarida de esclavos,
Semejante a un relámpago, ha surgido casi de ella misma espantada,
Hollando cenizas y harapos- y sus manos han apretado gargantas de reyes.
¡Oh, esperanza y fe!, ¡Oh, dolorido final de las vidas de los patriotas exilados! ¡Oh, los infinitos corazones asqueados! Volved hacia este día, y consideradlo vosotros mismos. ¡Y, vosotros, los pagados para corromper al pueblo!
Vosotros, mentirosos, ¡tenedlo en cuenta!
No por innúmeras agonías, asesinatos, concupiscencias, Por robos cortesanos perpetrados en las formas más ruines, el misérrimo salario del pobre que en su simplicidad se deja explotar. Por las muchas promesas juradas por los reales labios y tantas veces burladas y quebrantadas, Pese a su poder, no por todo esto ha soplado la vindicta ni han caído las cabezas de los nobles; El Pueblo desprecia la ferocidad de los reyes.
Pero, la melosidad de la clemencia preparó su amarga destrucción y los espantados monarcas regresaron;
Cada uno a su estado, con su cortejo- verdugos, sacerdotes, recaudadores,
Soldados, leguleyos, señores, carceleros y sicofantes. Sin embargo, detrás de todos, sombría, furtivamente- he aquí que una forma se perfila, Vaga cual la noche, cubierta continuamente su cabeza, frente y formas, por escarlatas pliegues, Cuyo rostro y cuyos ojos nadie logró ver, De sus ropas sólo esto: el rojo manto recogido por el brazo, Y un dedo, corvo, que aparece apuntando en lo alto, cual la testa de una sierpe.
Entretanto, cadáveres yacen en recién abiertas fosas- ensangrentados cuerpos de adolescentes;
La cuerda de la horca pende tristemente, han volado las ba- las de los príncipes, los poderosos ríen estrepitosa- mente,
Y las cosas todas producen frutos- y ellos son buenos.
Esos cadáveres de adolescentes, Esos mártires que penden de las horcas- esos corazones
horadados por las balas arteras. Fríos e inmóviles, aunque así aparezcan, reviven en otros con grotesca vitalidad.
Ellos viven en otros adolescentes, ¡oh, reyes! ¡Ellos viven en los hermanos, dispuestos de nuevo a desafiaros! Ellos están purificados por la muerte- ellos fueron adiestrados y exaltados.
No en la fosa del asesinado por la libertad, pero sí en la que fructificará para la libertad, y en la que a su turno madurará la simiente
Que los vientos llevarán y esparcirán lejos, y a los que nutrirán las lluvias y las nieves.
Ni un espíritu será desencarnado por las armas de los tiranos,
Y sus majestuosos pasos invisibles cubrirán la tierra susu- rrando, aconsejando, previniendo.
¡Libertad! ¡Deja que otros de ti desesperen! Yo jamás desesperaré.
¿Está cerrada la casa? ¿Está ausente el amo? Aguardad, aun así- no os canséis de mirar; Él pronto regresará- sus heraldos al instante llegarán.