NATALICIO DE EMILE ZOLA

En 1840, un 2 de abril, nació Emile Zola y murió en septiembre de 1902. Fue un escritor francés, novelista, periodista, dramaturgo, considerado el padre y el mayor representante del naturalismo literario y un contribuyente importante al desarrollo del naturalismo teatral. Fue una figura importante en la liberalización política de Francia y en la exoneración del oficial del ejército acusado falsamente y convicto Alfred Dreyfus, que está encapsulada en su famosa pieza de opinión titulada Yo acuso, que le costó el exilio de su país. Zola fue candidato al primer y segundo Premio Nobel de Literatura en 1901 y 1902.​

Zola nació en París, hijo de François Zola, un ingeniero veneciano naturalizado, y de la francesa Émilie Aubert. Su familia tuvo graves problemas económicos tras la muerte temprana del padre. Zola tuvo como compañero de colegio a Paul Cézanne​ con quien mantendría una larga y fraternal amistad.   

En 1862 entró a trabajar en la librería Hachette como dependiente. Escribió su primer texto y colaboró en las columnas literarias de varios diarios. A partir de 1866, cultivó la amistad de personalidades como Manet, Pissarro y los hermanos Goncourt.

En 1868 concibió el proyecto de Les Rougon-Macquart, que empezó en 1871 y concluyó en 1893. Su aspiración era realizar una novela «fisiológica», a la que intentaba aplicar algunas de las teorías sobre la influencia de la raza y el medio sobre el individuo y sobre la herencia.

La obra consta de veinte novelas y se inicia con La fortuna de los Rougon en 1871, un retrato social que, siguiendo el esquema del naturalismo, tiene altas dosis de violencia y dramatismo y resultó a veces demasiado explícito en sus descripciones para el gusto de la época. Las novelas, sin embargo, fueron elaboradas con imaginación, pese a los datos que había buscado previamente.

Desde 1897, Zola se implicó en el caso Dreyfus, un militar francés, de origen judío, culpado falsamente por espía. El novelista intervino en el debate dada la campaña antisemita, y apoyó la causa de los judíos franceses. Escribió varios artículos, donde figura la frase «la verdad está en camino y nadie la detendrá» (12-1897). Finalmente, publicó en el diario La Aurore su famoso Yo Acuso (Carta al Presidente de la República), 1898, con trescientos mil ejemplares, lo que hizo que el proceso de revisión tuviera un brusco giro. La reacción del gobierno fue inmediata. Un agitado proceso por difamación (con gran violencia, centenares de testigos, incoherencias y ocultaciones por parte de la acusación) lo condenó a un año de cárcel y a una multa de 7500 francos. Agobiado por la agitación que causó su proceso, Zola se exilió en Londres, donde vivió en secreto. A su regreso, publicó en La Vérité en marche sus artículos sobre el caso. Solo en junio de 1899, con la prosecución del proceso, pudo regresar a su país. Pero Alfred Dreyfus fue condenado, con atenuantes, y Zola le escribió nada más llegar. Zola adquirió una gran dimensión social y política, pero tenía grandes problemas económicos (la justicia le embargó bienes) y fue puesto en la picota por medios muy influyentes.

Escribió finalmente dos ciclos de novelas más, pese a su salud. La primera fue la gruesa serie de Las tres ciudades, trilogía compuesta por Lourdes (1894), Roma (1896), París (1898). La segunda fue la tetralogía que denominó Los cuatro evangelios, formada por Fecundidad (1899), Trabajo (1901), Verdad (1903)6​ y la inconclusa Justicia. Zola murió el 29 de septiembre de 1902 en su casa, supuestamente asesinado por alguien que tapó la chimenea de una estufa.

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