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Por Leonardo Parrini
El Fondo de Cultura Económica (FCE) es el nombre de una editorial que nació en una historia de carencia de material bibliográfico. Hace ya varios lustros se juntaron dos facultades universitarias mexicanas, entre ellas la de Economía y se propusieron conseguir un fondo económico para publicar libros académicos, en el año de 1934. En un principio el fondo editaba libros con fines pedagógicos y luego ese fondo se convierte permanente y el Gobierno Mexicano comienza a enriquecer este fondo. En México el FCE es público y además privado, porque vende sus libros en autogestión y el Gobierno le proporciona recursos.
Xavier Oquendo, conocido editor ecuatoriano se vinculó el FCE por la gestión de Gabriela Roca, colombiana encargada del Centro Cultural García Márquez, que fue quien lo reconoció como gestor y editor y le solicitó un plan editorial en diciembre. Aun flamante director del FCE, Oquendo nos recibe en su oficina para develar qué hace el FCE en nuestro país y que hará en la Fiesta de Libros y Feria de Canje de Casa Égüez entre los días del 22 y 28 de abril en Quito.
FCE es sello notable en la literatura latinoamericana…
Sí, vamos a cumplir 10 años y el FCE ha pasado de ser un referente. El fondo es un lugar para que la filosofía, la sociología y la literatura converjan, es el sitio preciso. Se han publicado 11.500 títulos en su historia de varias décadas. En todas las subsidiarias, en Chile y Argentina es el lugar donde las subsidiarias son más antiguas con 80 y 70 años respectivamente. A partir de que se trajo acá a Ecuador en la época del presidente Rafael Correa, el FCE es una fundación y se hizo un comodato con el gobierno nacional. Nosotros nos manejamos como librería y centro cultural.
¿También tienen en un Plan Editorial importante?
Lo que no habíamos manejado hasta ahora es un Plan editorial. Todos los países tienen un plan de manejo editorial, sin embargo, en Ecuador muy escasamente se ha publicado alguno que otro libro. Se trata de hacer un plan editorial tomando las colecciones de literatura clásica, colección infantil, o de filosofía e historia. Tierra Firme es una de las colecciones más emblemáticas del fondo, en donde los derechos de autor no los tiene ninguna otra editorial y es material de estudio en todas las universidades. El fondo no es una librería ligada totalmente a lo comercial, no tenemos bestseller y los precios están muy bien. Sea trata de hacer los libros a la gente, antes era muy académico.
¿De un tiempo a esta parte en FCE pone énfasis en autores ecuatorianos?
Hubo un enemigo interno que es el mismo ecuatoriano que se vio minimizado. A pesar de que es una teoría interesante, puede haber causado cierto malestar en la gente de manera no explicita que es la teoría del país pequeño y eso afecta sobre todo en la autoestima, lo que no para los países del sur que fueron países que salían y decían que el mundo no terminaba en ellos.
¿Qué interesa al FCE de la literatura ecuatoriana en particular?
Creo que la literatura ecuatoriana es un secreto escondido todavía, inclusive para su propio idioma. Los escritores de la generación del setenta Raúl Perez, Iván Éguez, Pancho Proaño, en el contexto latinoamericano todavía están por leerse. Aquí son conocidos, pero afuera falta muchísimo.
¿Cómo se encuentra el FCE en la coyuntura actual?
Al fondo le ha ido muy bien. Hay una presencia importante del FCE tanto a nivel bibliográfico como en la parte de la gestión cultural. La programación del FCE es ya un referente de la programación cultural de Quito. Necesitamos de este especio para seguir trabajando y reconociendo a escritores y al pensamiento ecuatoriano.
¿Qué exigencias hace el FCE a los autores nacionales?
Bueno, una de las condiciones es que todos los textos que se publican en las subsidiarias estén en todas las librerías del fondo. Uno de los enemigos o fantasmas de los editores es la distribución, y más aún ahora que no tenemos correo en este país y no podemos enviar a través de courrier y es complicado hacer una relación editorial de los productos que se publican en cada país. La estrategia es que en las librerías del fondo siempre están los libros de todas las subsidiarias. Es una red importante, más aún sobre todo si desde México, Argentina o Chile que son los países que más publican se hace un envío a Ecuador de los libros y uno puede encontrarlos en el país.
¿Cuál es la prioridad actual del FCE?
Indudable que es prioritario el reconocimiento de la literatura ecuatoriana en el país. Alguien decía que actualmente Ecuador y Bolivia son los dos mejores secretos guardados de la literatura de América Latina, sobre todo se desconoce quiénes son los nuevos escritores ecuatorianos y bolivianos que están ganando premios, publicando en España. Es interesante porque, además, me decían ninguno de estos países presentaba escritores mediáticos y en Ecuador tenemos que publicar la obra de Jorge Enrique Adoum, por ejemplo, que en el FCE de cultura no se ha popularizado.
¿Cómo inicia el trámite de publicar con el FCE?
En principio se presenta como proyecto al comité editorial que tienen representante en todos los países donde hay subsidiarias y da el visto bueno si se publica o no. El promedio del tiraje es de 2000 ejemplares.
¿Cuáles son las colecciones más notables del FCE?
Las colecciones de FCE son muy prestigiosas: Colección Infantil, Colecciones de Historia, de Filosofía, Colección Popular, y los Breviarios que son famosos.
¿En cuanto a la agenda del FCE qué es lo más destacado?
La agenda es variada, lanzamiento de libros, conversaciones, cafés filosóficos con profesores de la PUCE y de las Universidad Central. Hay varias relaciones con otras instituciones culturales sobre todo en la música.
¿Que presentará el FCE en la Fiesta de Libros y Feria de Canje de Casa Égüez?
A la Feria de Casa Égüez vamos a llevar nuestro fondo y los libros más representativos. En México se publican 3 o 4 libros diarios. La casa matriz es un banco de cultura y de publicaciones importantes que será exhibida en la feria para conocimiento del público asistente.