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Cuando la naturaleza se convierte en sujeto de derecho, como ocurre en la Constitución ecuatoriana, implica que tiene mucho que decirnos. Y esa implicancia recoge la muestra Natura al habla que se exhibe en el Centro Cultural Metropolitano de Quito. Una exposición que desde el lenguaje del arte deja oír el clamor natural de un entorno que eleva una voz de alerta ante la depredación de que es objeto.
Natura al habla recoge la obra de Verena Issel, Georges Senga Assani, Nixon Andy Narváez, Sofía Acosta Varea, Boloh Miranda Izquierdo, Misha Vallejo, Khaled Hourani, Sam Durant, Maya Ponce, Fabiano Cueva, Sam Gora, Mali Arun, Uýra, María Sturm y Clémence Vazard.
La muestra se propone responder a las interrogantes que plantean los actuales retos sociales y ambientales a la humanidad, sobre el estado actual del planeta que, según la Comisión de la Tierra, sus habitantes lo hemos situado en la zona de peligro en siete de los ocho indicadores de seguridad y equidad planetaria recientemente definidos, condenándolo a una crisis sin precedentes.
Esta idea de la naturaleza como entidad jurídica se encuentra avanzada en Ecuador luego de su consagración en la Constitución del 2008, un ejemplo para el mundo, que la convierte en sujeto no en objeto que puede explorarse a voluntad. Ya quedó expresado en el libro Ecología de los otros (2011), de Philippe Descola, que ante la catástrofe ecológica no habrá asunto más importante que la relación del hombre con la naturaleza para superar la contradicción que les asiste e intentar responder a la interrogante: ¿cómo debemos sobrevivir?
La muestra Naturaleza al habla, explora artísticamente la interacción entre naturaleza y justicia, a través de la obra de artistas de Ecuador, Estados Unidos, República del Congo, Francia, Alemania, Palestina, entre otros, con testimonios actuales, en una búsqueda de un futuro más habitable, con una mirada esperanzadora, para las personas y la naturaleza.
